El proyecto 'Sistemas Olfativos Artificiales para la Detección de Agentes Peligrosos', realizado por dos investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx), ha recibido el Premio de Investigación Fundación Policía Española correspondiente al bienio 2016-2017.

Los dos premiados son Jesús Lozano y José Luis Herrero, del Grupo Percepción y Sistemas Inteligentes (PSI), que junto al inspector jefe del Grupo Tedax-NRBQ, José Miguel Sánchez, han desarrollado este sistema olfativo artificial.

Este sistema permite detectar ambientes químicos y explosivos a distancia, mediante sensores de gases y técnicas de inteligencia artificial.

El dispositivo, de fácil manejo a través de un teléfono móvil o tableta, tiene como principal ventaja la seguridad que ofrece a los especialistas Tedax, al poder trabajar a distancia.

Se trata de un sistema electrónico con varios sensores de gases, temperatura y humedad, que se conectan, de manera inalámbrica, a un dispositivo que realiza el procesado de los datos e indica en qué tipo de ambiente se encuentra, ha explicado Lozano.

Por su parte, Sánchez ha destacado que la principal ventaja que ofrece es "la posibilidad de trabajar a distancia", puesto que "uno de los requisitos claves es la seguridad".

Esta nariz electrónica se puede adaptar a un dron o robot móvil y consultar los datos en tiempo real a través de la pantalla del teléfono móvil, algo que "convierte a este sistema en una herramienta muy interesante y atractiva", ha apuntado el inspector jefe.

Además, tiene el valor añadido de su bajo coste, ya que, con un precio de 700 euros, tiene "similares prestaciones que otros detectores en el mercado mucho más caros", han subrayado los investigadores.

Las pruebas realizadas en laboratorio han avalado este sistema para la detección de explosivos, dinamita, pólvora, pentrita o sustancias químicas como el cloro, amoniaco, acetona y peróxido de hidrógeno, ha afirmado la UEx.

En estos ensayos, ha añadido, también han podido detectar los agentes precursores del explosivo TATP, comúnmente utilizado por el terrorismo yihadista.

Según la universidad extremeña, "hasta ahora, no existía un detector que contemplara un abanico tan diverso de explosivos o narcóticos".