Los secretarios regionales de UGT y CCOO, Francisco Capilla y Julián Carretero, respectivamente, apelaron ayer al espíritu "reivindicativo" del Primero de Mayo para rechazar los "recortes" sociales del Gobierno y su reforma laboral, a la que responsabilizan, entre otros factores, del fuerte incremento del paro.

Así lo señalaron ambos en una rueda de prensa en la que presentaron la manifestación del Día del Trabajo que se celebrará mañana domingo, 1 de mayo, en Mérida, y en la que analizaron datos como que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), el paro haya subido en Extremadura en 6.200 personas en el primer trimestre del año, situándose la tasa en el 25,06%.

Carretero explicó que, ante hechos como éste, la precariedad y temporalidad laborales, las reducciones salariales y los "recortes" en las políticas sociales, el Primero de Mayo "tiene más vigencia que nunca", todo para "exaltar los valores del trabajo como el centro de las políticas" que, a su juicio, deben aplicar las administraciones públicas. En este sentido, exigió a las comunidades autónomas, al Gobierno central y a la UE que el "eje central" de sus políticas sea el trabajo, la creación de empleo "decente y con derechos", y la protección social de la población.

Señaló que los últimos datos del paro evidencian que las políticas públicas en materia de empleo "han fracasado rotundamente", que su mantenimiento con al argumento de que son buenas para el conjunto de la población es "pura fantasía" y que es "una aberración" el empecinamiento en que el déficit público se reduzca al tres por ciento en 2013.

PLAN DE ESTABILIDAD Ante esto, reclamó que el plan de estabilidad económica se retrase al lapso 2015-2016 para no destruir más empleo y tejido productivo, y que se derogue la reforma laboral aplicada por el Gobierno ya que, a su juicio, ha provocado "muchísimo más desempleo e inestabilidad y precariedad laborales".

Por su parte, Capilla aseveró que las "tensiones" financieras, políticas y económicas perjudican especialmente a zonas desfavorecidas como Extremadura, donde se aplican notables "recortes" sociales y salariales, y donde hay altas tasas de desempleo. En su opinión, en estos lugares el estado del bienestar es "un castillo de naipes expuesto al derrumbe".

Según Capilla, es "totalmente insostenible" que en Extremadura haya unos 125.000 parados y, "si no se toman medidas, muchos hogares están abocados a la exclusión". Achacó esta situación a hechos como la reforma laboral y agregó que UGT y CCOO trabajan en la presentación de una iniciativa legislativa popular ante las Cortes Generales para que el Gobierno "corrija" los "excesos y defectos" de sus políticas laborales y sociales.