En una carrera contrarreloj, el Congreso peruano abrió este lunes la puerta para que el moderado Francisco Sagasti se convierta en el nuevo presidente interino del país. La decisión se tomó bajo una gran presión para terminar con el limbo institucional en el que se había caído después de que dimitiera Manuel Merino el domingo y mientras se velaban a los dos jovenes muertos durante las protestas en su contra. Sagasti pertenece al Partido Morado, una formación de centroderecha que la semana pasada votó en contra de la destitución de Martín Vizcarra por supuestos actos dolosos.

A los 76 años y después de una vida como ingeniero en el sector privado, Sagasti se pone al frente de unas funciones ejecutivas que nunca había imaginado. "Lo importante de este Congreso es romper esa idea de que tenemos que pelearnos entre nosotros y buscar lo que la ciudadanía nos ha pedido", dijo al asumir como legislador, dos años atrás. Ahora deberá lidiar con ese mismo Parlamento donde casi 70 de sus integrantes tienen causas judiciales abiertas y ha sido una fuente de permanentes conjuras de fujimoristas y otros grupos conservadores. Hace siete días lo dominaba Merino. Desde este lunes lo presidirá Mirtha Vásquez, del izquierdista Frente Amplio.

El Congreso es el problema

Buena parte de los congresistas aceptaron la candidatura de Sagasti a desgana y para atenuar el desprestigio que los persigue como una sombra. "Nada borrará la imagen que dejaron anoche (por el domingo) los legisladores: la de que, en uno de los momentos más difíciles del país, y después de una jornada luctuosa como la del sábado, fueron incapaces de arreglar el desastre que ellos mismos provocaron", señaló el diario 'El Comercio' en su editorial después que fuera bloqueada la posibilidad de que la poetisa y académica Rocío Silva Santisteban, del izquierdista Frente Amplio, se convirtiera en la primera mujer presidenta de Perú . La legislatura, añadió la publicación, "no parecía interesada en salvar rápido la crisis política". El desconcierto llegó a tal punto que hasta se pensó en la posibilidad de restituir en el poder a Vizcarra. La presidenta del Tribunal Constitucional, Marianella Ledesma, consideró que era factible aceptar su demanda contra la "vacante" por "incapacidad moral" que decretó el Congreso hace una semana. Sin embargo, calificó de "improcedente" un retorno del gobernante a sus funciones.

Le tocará a Sagasti conducir al país a las elecciones generales de abril. Su mandato concluirá el 28 de julio del 2021. Los peligros no se han disipado del horizonte. La precandidata presidencial de Juntos Perú, Veronika Mendoza, llamó a la sociedad a mantenerse movilizada frente al peligro de que los congresistas lleven otra vez al país hacia el abismo una vez que se decida al sustituto del efímero Merino. "Quienquiera que presida el Gobierno de transición tendrá que lidiar con una mayoría parlamentaria mafiosa y de espaldas a la ciudadanía. Por ello, la única garantía de que no sigan haciendo sus fechorías es que la ciudadanía siga vigilante".

Investigan a Merino

En este contexto, la fiscal general, Zoraida Ávalos, expresó su disposición a investigar a Merino, su exprimer ministro, Ántero Flores-Aráoz y el exministro del Interior, Gastón Rodríguez, por sus responsabilidades en los actos de violencia policial que, además de las víctimas mortales, provocaron decenas de heridos. Los organismos defensores de derechos humanos habían presentado una querella por los presuntos delitos de homicidio agravado, lesiones graves y abuso de autoridad. "La noche autoritaria ha sido corta, aunque ha dejado su propia oscuridad. Los conspiradores no deberían gozar de impunidad; el acto golpista debe ser investigado como tal, y sus cabecillas deben responder ante la justicia", reclamó el diario 'La República' en su editorial.