Qusai Husein, el hijo menor de Sadam Husein, se llevó casi mil millones de dólares (unos 892 millones de euros, casi 150.000 millones de pesetas), en efectivo, de la caja fuerte del Banco Central iraquí, 48 horas antes de que el primer bombardeo de la aviación estadounidense marcara el inicio de la guerra, según informó ayer el rotativo norteamericano The New York Times .

Esta cantidad ingente de dinero fue retirada a las cuatro de la madrugada del 18 de marzo, por órdenes directas de Sadam Husein, según un funcionario iraquí no identificado, que ocupaba un cargo importante en un banco. "Cuando recibes una orden de Sadam, no la discutes", señaló este iraquí. La operación fue dirigida por Qusai, que llevaba una carta firmada por su padre autorizando la retirada. El hijo de Sadam iba acompañado por Abid al Hamid Mahmud, el asistente personal del entonces todavía presidente iraquí.

TRANSPORTE DEL BOTIN

Dada la magnitud del volumen del dinero robado --900 millones de dólares en billetes de 100 dólares, además de otros 100 millones en euros-- Qusai necesitó de tres camiones tráiler para transportar el botín. El equipo de obreros que se ocupó de cargar el dinero en los camiones tardó dos horas en completar su trabajo. La tarea estuvo lista antes de que los primeros empleados del banco llegaran a sus puestos de trabajo.

Los mil millones de dólares robados constituyen más del doble de la cantidad de divisa fuerte saqueada por los iraquís en los primeros días después de la caída del régimen de Sadam Husein. Según funcionarios iraquís y norteamericanos, en los asaltos que sufrieron todos los bancos a lo largo y ancho de Irak, los saqueadores se llevaron un total de 400 millones de dólares estadounidenses en esta divisa y el equivalente a otros 40 millones de dólares en dinares iraquís.

El robo ha hecho levantar sospechas de que este dinero se está utilizando para financiar los restos del régimen de Sadam y servir de colchón a los dirigentes que permanecen escondidos en Bagdad y sus alrededores. Según The New York Times , algunos miembros del Congreso Nacional Iraquí creen que Sadam diseñó una "estrategia para después de la ocupación" que tenía en cuenta la toma de Bagdad por parte de Estados Unidos, pero apuntaba a un posterior regreso del dictador al poder.

PARADERO DESCONOCIDO

Tanto los funcionarios de EEUU como los iraquís consultados por el rotativo norteamericano dijeron desconocer el destino del botín, de la misma forma que desconocen el paradero de Sadam, de Qusai y de Mahmud. Los norteamericanos sospechan que el dinero fue trasladado a Siria.

El coronel Ted Seel, miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de EEUU citado por The New York Times , afirmó que, según informaciones de los servicios secretos obtenidas en aquel momento, un grupo de camiones tráiler cruzó la frontera con Siria, aunque las fuentes desconocían el contenido de la carga.