La previsiblemente larga duración de las negociaciones para formar Gobierno reducirá la capacidad belga de gestionar la UE a partir del 1 de julio, cuando acabe el mandato español. En el 2007, fueron necesarios unos 10 meses para lograr una coalición gubernamental de cinco partidos.

La incertidumbre sobre el futuro político de Bélgica también ha comenzado a penalizar financieramente al país. El coste de la deuda pública belga es 0,84 puntos superior al de la alemana. Un movimiento de desconfianza de los inversores podría resultar fatal en un país donde el volumen de deuda pública equivale al 99% del producto interior bruto (PIB).