Asumiendo que la arquitectura de seguridad de la guerra fría se ha desmantelado, el multilateralismo está en horas bajas y EEEUU y Rusia cuestionan los actuales tratados de no proliferación, Enmanuel Macron cree que los europeos deberían definir mejor sus intereses estratégicos y no limitarse a ser espectadores ante una eventual carrera armamentística en su propio suelo.

«La seguridad a largo plazo de Europa pasa por una alianza fuerte con EEUU pero también por una gran capacidad de acción autónoma europea», dijo ayer en un esperado discurso sobre la estrategia de defensa y disuasión de Francia pronunciado en la Escuela Militar de París.

«Nuestras fuerzas nucleares refuerzan la seguridad de Europa por su mera existencia», señaló, invitando a los socios europeos que quieran a participar en los ejercicios franceses de disuasión. El jefe del Elíseo se mostró partidario de una relación transatlántica «reequilibrada» y de reconstruir de manera progresiva la confianza con Rusia, sin la cual no es posible, a su juicio, una verdadera política de defensa europea. «Francia movilizará a todos los socios europeos para poner las bases de una estrategia internacional común», indicó.