El escritor japonés Haruki Murakami, la bielorrusa Svetlana Alexijevich y autores estadounidenses como Joyce Carol Oates y Philip Roth figuran en las quinielas para alzarse dentro de pocas horas con el Premio Nobel de Literatura 2013 que se falla en Estocolmo, y para el que también tendría opciones el noruego Jon Fosse.

Al igual que en los últimos años, Murakami, que despierta más entusiasmo entre sus numerosos lectores que en la crítica, aparece como uno de los eternos favoritos a sustituir en el palmarés del premio al chino Mo Yan, ganador en el 2012. Su nombre suena con fuerza en los medios suecos y en las casas de apuestas, en las que ocupan lugares prominentes otros habituales como la argelina Assia Djebar, el húngaro Peter Nadas, la canadiense Alice Munro, el keniano Ngugi wa Thiongo, el checo Milan Kundera, el irlandés William Trevor y el israelí Amos Oz.

Pocos poetas

Pero en los primeros puestos se encuentran también el dramaturgo noruego Jon Fosse y la periodista y escritora bielorrusa Svetlana Alexijevich, que nunca hasta ahora sonaban en los pronósticos. La nómina de poetas bien situados se ha reducido tras la concesión del Nobel en 2011 al sueco Tomas Tranströmer, aunque continúan el sirio Adonis, seguido por el surcoreano Ko Un y el australiano Les Murray.

Las apuestas previas del Premio Nobel de Literatura son una tradición y, aunque no suelen acertar con mucha frecuencia, es cierto que, como recordaba The Boston Globe, el pronóstico de Ladbrokes triunfó en 2006 (Orhan Pamuk), 2008 (Jean-Marie Gustave Le Clézio), 2009 (Herta Müller) y 2011 (Tomas Tranströmer). Pero no es menos cierto que la Academia Sueca ha demostrado, también, que es capaz de elegir a nombres inesperados como la austríaca Elfriede Jelinek y la alemana Herta Müller.

Los expertos piensan que una mujer podría ser recompensada este año y citan, junto con Oates, a la escritora bielorrusa Svetlana Alexievich y a la novelista argelina Assia Djebar. Las deliberaciones del jurado de los sabios de la Academia sueca son ultrasecretas. Serán difundidas públicamente dentro de 50 años. Lo único que ha transcendido es que en un principio había 195 candidatos, 48 de ellos mencionados por primera vez, explicó la Fundación Nobel.

El twitter de la Academia

En mayo pasado, la Academia envió un twitter anunciando que había escogido cinco candidatos al Premio Nobel de literatura, algo inédito en la historia del máximo galardón literario del planeta. "Estos últimos 15 años, la Academia (...) exploró las cuestiones de la calidad literaria, la evolución de la literatura y su lugar en un contexto histórico. Es un trabajo fascinante", señaló a la periodista cultural Gunilla Kindstrand. "A ellos no les importa si el premiado es conocido o no", agregó.

El editor sueco Svante Weyler considera que "a la Academia le gusta sorprender, actuar en forma algo irracional". Sin embargo, según él, después de la atribución del Premio Nobel de Literatura al chino Mo Yan en el 2012, la Academia tiene dos posibilidades: o recompensa a alguien que no es sospechoso de dedicarse a la política, o a un autor comprometido políticamente, pero cuyo compromiso no provocará una controversia en el mundo occidental.

Solo 12 mujeres han sido premiadas

"Svetlana es una elección perfecta", concluyó. Su opinión es compartida por el redactor jefe de las páginas culturales del diario Dagens Nyheter, Björn Wiman. "La Academia debería haber recompensado antes a reporteros literarios de la clase de Ryszard Kapuscinski", el célebre periodista polaco fallecido en el 2007, opinó. "Alexievich es una autora que escribe reportajes polifónicos de un excelente nivel", agregó. "Yo estoy convencido de que este año será una mujer", afirmó, reconociendo sin embargo que sus predicciones solo se cumplieron una vez. Desde 1901 solo 12 mujeres han sido recompensadas. La alemana Herta Müller fue la última (en el 2009).

20 años después, ¿será un estadounidense?

Más curiosidades: el último estadounidense que ganó un Premio Nobel fue de hecho una mujer, Toni Morrison (en 1993). El secretario permanente anterior, Horace Engdahl, enfureció a los círculos literarios de Estados Unidos en el 2008 cuando dijo a The Associated Press que los escritores del país eran muy "insulares" y "tan sensibles a las tendencias en su propia cultura popular". Englund, el sucesor de Engdahl, no ha sido tan despectivo e incluso ha aceptado que es un problema que los integrantes de la academia tengan una tendencia hacia la literatura europea.

La Academia suele también elegir autores que no necesariamente son conocidos por todos, lo que va en contra de muchos escritores estadounidenses. Pero si la academia mirara al otro lado del Atlántico, los ganadores podrían ser Thomas Pynchon, Don DeLillo y Philip Roth.