"Yo creo en el socialismo profundamente. Creo en la sociedad sin clases. Por eso lucho". Es el resumen de lo que piensa Alfonso Cano. Su formación, sus buenos modales y su claridad para exponer ideas lo llevaron a encabezar las negociaciones de paz en Caracas (1991) y Tlaxcala (1992). Asimismo, avanzó en el escalafón de las FARC desde su ingreso, a comienzos de los 80, hasta llegar a convertirse en miembro del secretariado.