El presidente de EEUU, Barack Obama, ha señalado esta madrugada que sopesa una intervención militar "limitada" en el conflicto civil sirio para castigar al régimen de Bashar el Asad por el ataque químico de la semana pasada, del que EEUU ha presentado pruebas que considera definitivas.

Pese a que ha reiterado que no ha tomado una decisión, Obama ha apuntado que como dirigente mundial tienen la obligación de hacer que se respeten las "normas internacionales" y que quien use esas armas contra su pueblo "rinda cuentas". "Parte del desafío con el que hemos acabado encontrándonos (en esta crisis) es que muchos piensan que debe hacerse algo, pero nadie quiere hacerlo", ha dicho en referencia a la falta de apoyo internacional.

El mandatario ha descartado un ataque contra Siria de "largo plazo" o "una gran operación militar" con "tropas sobre el terreno" y ha advertido de que no actuar enviaría una señal de impunidad que "sería perjudicial para nuestra seguridad nacional". Asimismo, considera que la acción de Asad supone una amenaza para aliados de EEUU en la zona como Israel o Turquía.

Harto de la guerra

Obama no ha ocultado su frustración por verse abocado prácticamente en solitario a una acción bélica, tras llegar al poder en 2009 con la promesa de poner fin al desgaste de las guerras en Irak y Afganistán heredadas de su antecesor, George W. Bush. "Con razón, el pueblo estadounidense quiere que nos enfoquemos en reflotar la economía aquí y en poner a la gente a trabajar, y os aseguro que nadie ha acabado más cansado de las guerras que yo", ha asegurado.

La comparecencia de Obama se dio poco después de que su secretario de Estado, John Kerry, presentara las pruebas con las que EE.UU. concluye que el régimen de Al Asad estuvo detrás de un ataque químico a gran escala el pasado 21 de agosto que ha provocado al menos 1.429 víctimas mortales, 426 de ellos niños, según los datos que han recopilado los servicios secretos estadounidenses.

En cuatro páginas y un mapa de las zonas afectadas, EEUU resume las evidencias desclasificadas en las que se basa su afirmación de que las fuerzas del régimen lanzaron un ataque simultáneo con algún tipo de "gas nervioso" sobre 12 zonas cercanas a Damasco el pasado miércoles.