Las fuerzas leales al presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, se han rendido a los "cascos azules" desplegados en ese país, informó hoy Naciones Unidas. La misión de Naciones Unidas (ONUCI) en el país africano precisó, mediante un comunicado, que tres altos cargos del entorno de Gbagbo telefonearon a la misión para señalar que "las Fuerzas de Defensa y Seguridad han recibido la orden de rendirse ante los cascos azules de Naciones Unidas y buscar protección". Respecto a la posibilidad de que Gbagbo se haya sumado a esa rendición, fuentes de la ONU en Nueva York señalaron a Efe que "de momento no podemos confirmarlo", aunque avanzaron que podría formar parte de "un documento que se esté preparando". Por su parte, el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, señaló que "se estaban produciendo conversaciones al respecto" y que los tres militares que se han rendido "han pedido a sus tropas que paren de luchar". En París, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, señaló que las negociaciones para que Gbagbo se rinda y reconozca al presidente electo, Alassane Ouattara, "siguen en curso". Según ONUCI, los altos cargos afines a Gbabgo que se han rendido son el jefe de gabinete de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, el primer comandante de la Gendarmería y el comandante de la Guardia de la República. "UNOCI ordenó a sus tropas que reciban las armas de los simpatizantes de Gbagbo y les ofrezcan protección", señaló Nersirky, que subrayó que no conocía la precisa ubicación de Gbagbo, aunque está en Abiyán, la capital económica del país africano. Asimismo indicó que los helicópteros de la ONU que han participado en la operación "no han disparado contra la residencia de Gbagbo", quien con su negativa a abandonar el poder tras perder las presidenciales de noviembre pasado ante su rival Ouattara, puso al país en guerra civil. "Es crucial que las fuerzas paren de luchar, por lo que es alentador que paren los enfrentamientos y entreguen las armas a las fuerzas internacionales de paz", agregó el portavoz, que reiteró la grave situación humanitaria que padece el país. UNOCI y las fuerzas francesas de la operación Licorne desplegadas en Costa de Marfil lanzaron el lunes una operación militar para proteger a la población civil de los ataques con armamento pesado por parte de las fuerzas afines a Gbagbo, en base a la autorización que el Consejo de Seguridad aprobó en la resolución 1.975. Esa misión conjunta entre ONUCI y la operación gala Licorne se produjo a petición del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ante "la escalada en los últimos tres días de los ataques con armamento pesado contra la población civil" el domingo pidió al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, su cooperación. Unidades de la Guardia Republicana y de las fuerzas especiales atacaron a la población civil y a los "cascos azules" de la ONU, e incluso los cuarteles generales de la misión del organismo en el país africano han sido "atacados casi continuamente en los últimos tres días con armamento ligero, pero también con armas pesadas", señaló el subsecretario general de la ONU para las Operaciones de Paz, Alain LeRoy.