El Ayuntamiento de Mérida ha atendido a 2.445 solicitudes de las ayudas de mínimos vitales, de las que el 90% se resolvieron de forma favorable. «Una ayuda que cumple con una de nuestra prioridades: la lucha contra la pobreza energética», indicó ayer en nota de prensa la delegada de Servicios Sociales, Catalina Alarcón. En 2020 se abrió la quinta convocatoria de estas ayudas con un presupuesto de 305.000 euros, 240.100 aportados por la Junta de Extremadura y 65.000 de fondos propios del ayuntamiento, y se beneficiaron 863 familias. Estas ayudas han permanecido abiertas desde el 15 de mayo al 15 noviembre.

A las anteriores se añade el Fondo de Garantía Social, una ayuda urgente de carácter extraordinario para cubrir una situación inesperada a la que una familia no puede hacer frente. Este fondo, con un presupuesto municipal de 110.000 euros, ha llegado a 885 familias. Estaba destinado a cubrir necesidades básicas, como la adquisición de electrodomésticos de primera necesidad y de productos ortopédicos, especialmente gafas para los menores.

Los recursos del consistorio también se han dedicado a la gestión de las rentas garantizadas, para las que se dispone de un equipo de diez trabajadores sociales, y se han tramitado 791 en 2020. La atención a las necesidades urgentes de las familias se ha complementado con las ayudas de alquiler por emergencia social, que llegó en el pasado año a 62 familias con un presupuesto de 42.269 euros. Todas estas ayudas se gestionan por medio de la nueva ordenanza municipal reguladora de Ayudas Económicas Municipales Extraordinarias que fue aprobada el año pasado.