Una veintena de asociaciones de la ciudad se dio cita ayer en el séptimo Encuentro para la solidaridad y participación social emeritense, una iniciativa organizada por la Plataforma del Voluntariado de Mérida (PVM) con el objetivo de mostrar la labor que realiza el voluntariado en el día a día, más allá de los tiempos de pandemia o de crisis. En esta ocasión, y debido a la situación que ha generado el coronavirus, el evento no pudo celebrarse en la plaza de España como suele ser habitual y se trasladó al Templo de Diana, donde se desarrolló con un aforo limitado, al tiempo que se habilitaron espacios seguros de circulación y controles de acceso. Por este mismo motivo, la duración también se vio reducida al horario de mañana, de 11.00 a 14.30 horas.

Lo que no cambió en esta edición fueron las ganas de visibilizar el trabajo que realizan estas asociaciones y disfrutar de una convivencia para estrechar lazos entre el voluntariado. Tampoco faltaron actuaciones de música, baile y cuentacuentos presentadas por la periodista Virginia Custodio. Los asistentes al encuentro pudieron escuchar sobre el escenario del monumento la música de Ismael Fernández Rodríguez, coautor de la canción Gente Diversa para la asociación Afadiscop de Mérida, bailar bollywood con Adantea y disfrutar de los cuentos narrados por Josebel, de la Asociación de personas con discapacidad de Guareña y Comarca (Adiscagua).

«El encuentro es el escenario en el que las asociaciones cuentan a la ciudadanía de Mérida lo que hacen, a qué se dedican, y también sirve de concienciación y captación de voluntariado», explica Marisol Pérez, la presidenta de la plataforma, que aglutina a 55 colectivos. Esta iniciativa también busca transmitir que el voluntariado se realiza durante 365 días al año para hacer que la vida de las personas y de los colectivos sea «mucho más agradable», a pesar de que haya adquirido un «protagonismo especial» por la pandemia del covid-19.

En este sentido, Pérez destaca que la crisis sanitaria ha llevado al voluntariado a personas que nunca lo habían ejercido, porque durante el confinamiento fueron muchos los que tuvieron la necesitad de hacer algo por ayudar a los demás. «El voluntariado es fundamental y mucho más en situaciones y momentos como estos. Es muy gratificante porque a veces ya no sabes si tú estás ayudando a esa persona que lo necesita o realmente esa persona te está ayudando a ti», sostiene.

En esta línea, Pérez añade que una persona puede ser voluntaria desde su experiencia o sus apetencias, porque el abanico de opciones para ejercer el voluntariado es muy amplio. Cabe destacar que quienes estén interesados en hacerse voluntario tan solo tienen que ponerse en contacto con la plataforma emeritense, que dispone de la página web plataforma.echaunamano.org. «Hay mucho donde elegir y mucho por hacer» subraya la presidenta.