El tratamiento en aquellos pinos susceptibles de ser atacados por la denominada procesionaria ha comenzado esta semana en la ciudad. Según informa el consistorio en nota de prensa, esta intervención de carácter preventivo es la «más importante» del año y ha de llevarse a cabo a finales de septiembre y comienzos de octubre. Esto responde a que el tratamiento se realiza antes de que comiencen a ejecutarse los nidos con larvas ya que, una vez visible el nido, la plaga es «mucho más resistente al tratamiento con lo que hay que hacerlo antes de esta fase».

Cabe destacar la importancia de eliminar el mayor número posible de nidos, ya que esta oruga resulta peligrosa para quienes entran en contacto con ella, tanto personas como animales. De momento, los tratamientos preventivos se están ejecutando en las zonas donde se ha constatado resistencia a las pulverizaciones o que son recurrentes año tras año como María Auxiliadora, San Andrés, puntos determinados del río Albarregas, así como otros espacios de especial sensibilidad por la cercanía a recintos de juegos.

El consistorio emeritense destaca que en los últimos años se ha apreciado un «cierto incremento» de las zonas que presentan procesionarias en la ciudad, aunque no se han tenido problemas de control y las afecciones sobre jardines públicos son «solo puntuales». En base a la experiencia y datos técnicos se ha optado por dos vías de lucha contra la procesionaria. Una de ella es la endoterapia, con dispositivos precargados con un producto que se introduce en el árbol a través de un pequeño orificio, al contar con «presión interior suficiente para una absorción rápida por parte del ejemplar».

Eventualmente, y ya a partir de una observación física concreta, desde final de enero hasta comienzos de marzo (fin del invierno) se actúa de una manera mecánica para retirar y destruir los nidos que pudieran detectarse. Además, en último caso pueden ejecutarse tratamientos curativos sobre zonas «muy puntuales» para eliminar poblaciones de adultos que pudieran interferir sobre la ciudadanía o las mascotas.