El vuelco de un camión obligó a cortar ayer por la tarde la autovía A-5 en sentido Lisboa, lo que provocó importantes retenciones y un gran atasco a la altura del municipio de Trujillanos. Según informó el Centro de Urgencias y Emergencias del 112, unas 500 personas quedaron "atrapadas" en sus coches, lo que obligó a movilizar, además de los equipos sanitarios, a la Guardia Civil, la policía local y Cruz Roja para establecer un dispositivo de atención ante el calor, pues la comarca se encontraba en alerta amarilla por altas temperaturas. Dos de los afectados tuvieron que ser atendidos por golpes de calor y se repartieron más de 800 botellas de agua entre los ocupantes de los vehículos inmersos en el atasco.

Según los datos aportados por el 112, dos minutos antes de las cuatro de la tarde se recibió una llamada alertando de que un camión se había salido de la carretera en el kilómetro 332 de la Autovía A-5 en sentido Madrid, en el término municipal de Trujillanos. A consecuencia del accidente, el conductor del vehículo, un hombre de 44 años, resultó herido de carácter leve con policontusiones y tuvo que ser trasladado al Hospital de Mérida.

CARRETERA CORTADA El vehículo quedó sobre el margen izquierdo de la carretera, lo que obligó a cortar la autovía en sentido Lisboa y establecer un itinerario alternativo por San Pedro de Mérida. El suceso causó "importantes retenciones", según informó la Guardia Civil de Tráfico. El 112 detalló que fueron unas 500 personas las que se vieron "atrapadas" en sus vehículos, teniendo que asistir los servicios sanitarios a dos de ellas tras sufrir golpes de calor.

En este sentido, cabe recordar que las Vegas del Guadiana permanecían ayer en alerta amarilla por altas temperaturas entre las dos y las ocho de la tarde, justo la franja horaria en la que se inició el atasco, rozando el mercurio los 39 grados. Ante esta situación, se movilizaron varias dotaciones que repartieron unas 800 botellas de agua entre los afectados por el atasco. Hasta el lugar del accidente se desplazaron tres ambulancias, un equipo médico del centro de salud norte de Mérida, patrullas de la Guardia Civil y de Policía Local, así como unidades de Cruz Roja procedentes de Montijo, Don Benito, Miajadas y Mérida. Al cierre de esta edición el carril izquierdo aún permanecía cerrado al tráfico.