Tiene el aspecto de un desguace. Y los vecinos del barrio de La Calzada, al norte de la ciudad, lo ven como tal, pegado a sus casas. La asociación vecinal, recientemente constituida, ha solicitado al consistorio la retirada de los vehículos almacenados en el Parque Municipal de Obras y no descartan denunciarlo ante las autoridades ambientales. Es su principal reivindicación, según Rubén Gijón, el presidente de la organización, que también cita como cuestiones pendientes el cuidado de los parques y de las parcelas públicas, la adecuación de algunas aceras o la instalación de papeleras.

La asociación vecinal se creó el pasado noviembre para canalizar esas peticiones que muchos residentes de La Calzada, que comenzó a habitarse en el 2010, vienen detectando desde hace tiempo. "Algunos las avisaban de forma particular, ahora nos hemos unido", explica Gijón, que calcula que unas 1.200 personas residen en las más de 500 viviendas. Unos 150 se han sumado ya a la asociación, que ha celebrado sus primeras actividades, sobre todo infantiles coincidiendo con citas como los Reyes o con el Día del Libro.

Antes, al poco de constituirse, tuvieron su primera reunión con el alcalde, Pedro Acedo, en la que le trasladaron sus peticiones. "Algunas han surtido efecto, como que los alumnos de la Escuela Taller Municipal, en el corazón del barrio, fueran cuidadosos con los residuos o la localización de una parada de autobús, que se va a poner en marcha", explica Gijón. Sin embargo, en otras no han percibido avances.

El caso que más les preocupa es el depósito de vehículos del Parque Municipal de Obras, que linda con el barrio. "Nos dijeron que deben conservar los coches por procedimientos judiciales, pero nosotros pedimos que los muevan de ahí, porque no cumple la normativa medioambiental y son un peligro". La zona acumula suciedad y maleza y es fácilmente accesible porque la valla se ha caído.

"Sabemos que es un momento difícil, pero muchas de las cosas que solicitamos son cuestión de voluntad", argumenta Gijón, que cita el cuidado de los jardines, ahora cubiertos de malas hierbas salvo una parte que están recuperando los alumnos de la escuela taller. También piden papeleras, ya que ahora solo hay en las dos plazas con parques infantiles, la adecuación de esas áreas de juego, de las aceras de uno de los accesos al barrio y de algunas fincas públicas, ahora llenas de maleza, así como de algún solar privado, donde se acumula material de obras. También piden la puesta en marcha del semáforo de la Ex-309 y de bandas reductoras o resaltos en la avenida Dulce Chacón. "Estamos contentos porque este es un barrio tranquilo y agradable, pero que detectamos cierto abandono. Y no lo vamos a permitir".