El ayuntamiento reclama 4,5 millones de euros a la Junta por la prestación de competencias que no tiene atribuidas. Esta cantidad procede del coste anual de servicios como la ayuda a domicilio, el conservatorio o el mantenimiento de los centros educativos, entre otros. Con ellos el gobierno local pretende suavizar la caída de los ingresos que han experimentado las arcas municipales en el último año, y que han provocado la reducción del presupuesto del consistorio en un 16% para el 2010 con respecto al 2009.

Según los datos aportados ayer por el alcalde, Angel Calle, y la delegada de Hacienda, Mercedes Moyano, el presupuesto de ingresos para el 2010 --que irá a Pleno para su debate y posterior aprobación, si procede, el lunes o el martes próximo--, asciende a 63 millones, lo que significa una reducción de 11,5 millones con respecto a los 74,5 millones de euros aprobados para el año pasado.

La Delegación de Hacienda ha calculado el peso de las competencias impropias para las cuentas municipales, y las reclama en virtud del cumplimiento del pacto local firmado el pasado mes de febrero por la Junta y la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex), y que en la práctica significa una segunda descentralización de competencias que trata de paliar la deuda histórica que la Junta mantiene con los municipios.

RETRASO EN LAS CUENTAS El alcalde compareció ayer para explicar, por un lado, la demora en la aprobación de las cuentas municipales y, por otro, la fuerte caída de los ingresos motivada por la crisis económica. Sobre la primera cuestión indicó que el retraso se debe a la inclusión de las medidas recogidas en el Plan para la Reactivación de la Economía Local y el Empleo, así como los proyectos del II Plan E.

El alcalde subrayó que la fuerte caída de los ingresos por licencias de obra y apertura, así como a través del IBI y las plusvalías y de los fondos del Estado, ha obligado a la elaboración de un presupuesto "austero, equilibrado y riguroso", ajustado al Plan de Saneamiento aprobado en 2008.

Calle reiteró una vez más que no se subirán los impuestos para paliar el déficit de ingresos, y que asimismo se mantendrá la congelación de los sueldos de los cargos públicos y de confianza.

El equipo de Gobierno mantiene, sin embargo, su apuesta en determinadas materias que considera prioritarias. De esta forma, el principal objetivo para este ejercicio será la creación de empleo --con 1,5 millones para 250 puestos de trabajo--, pero también tendrán un fuerte peso los servicios sociales o la seguridad ciudadana. Por contra, las actividades culturales o los festejos que se verán muy reducidas.

De las cuentas municipales se extrae asimismo una caída en torno al 30% del capítulo de inversiones, que se sitúa en 10.415.000 euros, además de los seis millones del Plan E y las partidas restantes de los Fondos ICO. Esta cantidad se destinará, entre otros, a los proyectos en el Hernán Cortés, el convento de las Freylas o el María Luisa.

La disminución de las inversiones pone de manifiesto la carga que supone para el ayuntamiento hacer frente a la nómina de sus 1.100 empleados, una cuestión ya planteada en ocasiones anteriores por el alcalde. Y es que, el consistorio destina casi tres veces más al capítulo de personal, con 27 millones de euros, que al de inversiones.

Por otro lado, se ha aprobado la última liquidación del presupuesto disponible, correspondiente al 2008, que reflun desequilibrio negativo por importe de 1,8 millones de euros.