La cultura y las artes escénicas tomaron ayer la ciudad. Mérida celebró la Noche del Patrimonio, al igual que el resto de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, a excepción de Cáceres, que canceló el evento por el auge de positivos en coronavirus. Numerosos emeritenses y visitantes disfrutaron de las más de 40 actividades programadas por el ayuntamiento emeritense para todos los públicos. El evento se desarrolló con todas las medidas higiénicas necesarias para hacer frente al coronavirus, de hecho, se potenció la inscripción previa para asistir a los diferente actos y se realizaron turnos para evitar aglomeraciones.

El conjunto monumental se abrió de forma gratuita para deleite de los visitantes. De esta forma, hasta la una de la madrugada permanecieron abiertos el pórtico del Foro, templo de Diana, acueducto de Los Milagros, palacio de los Corbos, alcazaba árabe, puente romano, arco de Trajano y centro cultural Alcazaba. En el caso de la casa del Anfiteatro y del museo romano, el cierre tuvo lugar a las 12.30 horas. También hubo visitas guiadas a la casa romana de la alcazaba árabe y un recorrido desde el arco de Trajano al templo de Culto Imperial. En el patio del convento de Santa Clara tuvo lugar una lectura de textos literarios y, además, se realizó un mural colectivo coordinado por Graffon en la entrada al túnel de acceso a la explana del acueducto de los Milagros.

La plaza de España acogió un concierto de la Banda de Música de Mérida y en el Parque de las Méridas del Mundo se proyectó el documental ‘100 años rescatando el patrimonio’. Por su parte, el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), en su nave principal, desarrolló la actividad de recreación histórica Vuelve la Palabra. El plato fuerte de la jornada llegó con la actuación del coreógrafo y bailarín Daniel Abreu, a las 22.00 horas en el templo de Diana, dentro de la sección Escena Patrimonio. A esa misma hora, el grupo Los Secretos se preparaba para salir al escenario del teatro romano emeritense, en un concierto del Stone&Music Festival que también formaba parte de la programación.