Doces personas, de entre 23 y 59 años, han sido detenidas en Mérida en una operación antidroga desarrollada en las barriadas de San Lázaro y San Juan, en la que se han intervenido 941 dosis de sustancia estupefaciente preparadas para su venta y se ha desmantelado un punto de venta "muy activo".

Se trata de nueve hombres y tres mujeres con numerosos antecedentes, para cinco de los cuales se ha ordenado el ingreso en prisión tras ser detenidos en la madrugada del pasado 5 de diciembre, ha informado este martes la Jefatura Superior de Policía en una nota.

La investigación ha sido desarrollada por el grupo de estupefacientes de la comisaría de Mérida tras recibir, en febrero, información sobre un clan familia con un "alto volumen" de venta de sustancias estupefacientes en los barrios citados.

Una vez identificados todos los integrantes del grupo y localizados los domicilios donde ejercían su actividad, con la complejidad que conlleva este tipo de vigilancias debido a las medidas de seguridad adoptadas por éstos, se pudo llevar a cabo un operativo policial el pasado 5 de diciembre.

En él intervinieron miembros de la Unidad de Prevención y Reacción, guías caninos de la Jefatura Superior, y agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y el grupo de estupefacientes de Policía Judicial de la comisaría de Mérida.

En la madrugada del pasado 5 de diciembre llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios en las calles Trujillo, Alcántara y Jarandilla de la barriada de san Lázaro y en la calle Santa Romana del barrio de San Juan.

Estos domicilios eran utilizados por los integrantes de esta organización como punto de venta y almacén de la sustancia estupefaciente.

En los registros se intervinieron 941 dosis de mezcla de heroína y cocaína, 652 euros en billetes fraccionados, básculas, un arma simulada así como otros útiles para la preparación y posterior distribución y venta de la sustancia.

En los domicilios fueron detenidos tres mujeres y nueve hombres de esta organización, acusados de los delitos contra la salud pública, atentado agentes de la autoridad y requisitoria judicial, dado que cuatro de ellos tenían en vigor una requisitoria judicial de la Audiencia Provincial de Badajoz para su ingreso en prisión por hechos similares.

Cada miembro de este clan tenía su cometido, ya fuera como encargado de vigilar la zona donde se realizaba la venta directa y avisar de la posible presencia policial, para transportar la sustancia desde los domicilios utilizados como almacenes hasta el punto de venta, o para elaborar y distribuir la sustancia.

A los domicilios de los investigados hubo que acceder utilizando herramientas especializadas, debido a que se encontraban "completamente acorazados" para impedir la acción policial.