Julio César pisa arena romana 2.000 años después. Paco Azorín dirige la adaptación del clásico de William Shakespeare, que en esta ocasión estará protagonizado por un elenco exclusivamente varonil, pues los dos personajes femeninos originales han sido eliminados para acentuar el protagonismo de la masculinidad y de sus misterios. Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta, Tristán Ulloa, José Luis Alcobendas, Agus Ruiz, Pau Cólera, Carlos Martos y Pedro Chamizo darán vida y fuerza a los ocho hombres que componen el reparto. Angel Luis Pujante traduce el texto milenario con la capacidad de transmitir la fuerza cristalina del autor inglés, haciendo parecer que éste lo hubiera escrito en español. La obra, precedida por el rotundo éxito de 'El Asno de Oro', lleva vendidas más de 6000 entradas anticipadas, y será representada desde esta noche hasta el próximo domingo.

Tras colgar el cartel de lleno en el Teatro Circo de Murcia, además de pasar por algunas ciudades como Barcelona, Olmedo y Ribadavia, Julio César se estrena esta noche a las once, ocupando el ecuador de la 59 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. El espectáculo ha obtenido en anteriores representaciones el aplauso tanto de público como de crítica. Pero en Mérida, según afirma el equipo artístico, la obra se asentará. "Estamos en el paradigma de los teatros grecolatinos de España; es una responsabilidad y a la vez un placer" dijo el experimentado Mario Gas, que encarnará a Julio César, protagonista de la función que lleva su nombre.

El resto de actores se mostraron igual de emocionados con la idea de actuar en este escenario. "Hay una atmósfera mágica", aseguró Alcobendas; "interpretar aquí es fácil, te sale solo", fueron las palabras de Mencheta. Ulloa, por su parte, quiso agradecer y felicitar a la ciudad de Mérida y a sus poderes públicos por seguir apostando por el teatro, y afirmó sentirse identificado con su personaje, Bruto, por su carácter republicano. La representación emeritense corre a cargo de Pedro Chamizo, el más joven del reparto, que declaró sentirse feliz por cumplir su sueño y encontrarse pletórico e ilusionado con su papel.

La obra está enmarcada en el siglo I antes de Cristo, cuando el dictador romano Julio César es asesinado por sus soldados más allegados. Estos toman parte en una conspiración cuyo objetivo es derrocar al César, pero que acaba convirtiéndose en una lucha de poderes, poniendo en evidencia el egoísmo, la ambición y otras miserias humanas. Corresponde a cada espectador resolver individualmente según sus propios principios e ideas si la muerte de César estuvo justificada o no, o si fue un acto de justicia o un vil asesinato, declaró Azorín, resaltando las múltiples lecturas del clásico literario.