El equipo de gobierno ha puesto en marcha los trámites que permitan la construcción de viviendas a un precio máximo de 72.000 euros, así como 100 naves de 200 metros cuadrados de 60.000 euros, que estarán terminadas en el primer año de mandato; dos de las promesas electorales del PSOE. Además, fruto de las denuncias efectuadas nada más llegar al gobierno municipal, la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) cuenta con "17 personas menos", según anunció ayer el alcalde de Mérida, Angel Calle, momentos antes de asistir a una comida de feria de la agrupación local socialista.

Así pues, las infraestructuras centran el inicio del curso político en la ciudad, ya que, además de estas cuestiones destacadas por Calle, el PP anunció ayer, también durante un almuerzo en su caseta del recinto ferial, que va a denunciar ante la opinión pública la paralización de proyectos como el previsto en el convento de Las Freylas o las actuaciones llevadas a cabo por el PSOE respecto a lo ya hecho por el anterior ejecutivo local en la ciudad deportiva y el cuartel Hernán Cortés. Así lo avanzó ayer la portavoz popular, Pilar Vargas, quien criticó la actuación que en estas cuestiones realiza el gobierno socialista.

Sin embargo, el alcalde reiteró que en materia urbanística es fundamental la agilización de las licencias de obras. "Hemos conseguido ya sacar a 17 personas de la Gerencia Municipal de Urbanismo, con la idea de agilizar el funcionamiento de esa institución mastodóntica que había antes y conseguir licencias de obra en un plazo rápido", dijo.

OTROS PROYECTOS Al margen de estas prioridades, Calle también apuntó que va a intentar que antes de que termine el año estén en marcha las cinco juntas de distrito, y que el ayuntamiento está a punto de adquirir un inmueble para construir el instituto público municipal de bienestar social "para darle un enorme impulso a los derechos sociales de los ciudadanos".

Por otro lado, durante la comida socialista, en la que estuvo presente el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, así como diversos consejeros, el jefe del Ejecutivo regional anunció que el próximo lunes él y su familia se trasladarán a vivir a Mérida, una ciudad en la que dijo sentirse "muy cómodo", aunque "me cuesta mucho irme de mi pueblo --Olivenza--", lamentó.

Los dos partidos con representación municipal celebraron ayer sus comidas de feria. El PSOE la hizo en un restaurante, con 400 personas, y el PP en su caseta, con unos 50 asistentes.