Luisa Higuero y José María del Alamo, un matrimonio que perdió a su hija Inmaculada hace tres meses, ha recogido casi 6.000 firmas de apoyo en su petición al ayuntamiento para que modifique la ordenanza reguladora del cementerio y así poder poner en la tumba de su hija una lápida de color blanco. Las firmas fueron entregadas ayer en el ayuntamiento.

La actual ordenanza del cementerio municipal establece que, para guardar la estética, los nichos orientados al interior de los patios deberán llevar lápidas blancas y los orientados al exterior, de color gris oscuro. Esta particularidad fue aprobada en el 2002.

REGLAMENTO El nicho asignado a la joven le corresponde una lápida de color gris oscuro, a lo que los padres se oponen, ya que ellos han elegido, junto con sus dos hijos menores, una lápida de color blanco con una flor grabada "en consonancia con la edad, gustos estéticos y circunstancias personales de la finada, así como la libertad y el derecho a la propia imagen, recogidos en los preceptos constitucionales, así como al amparo de los recogidos en el Decreto de Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria en la Comunidad Autónoma", según el escrito entregado ayer al alcalde, Pedro Acedo.

José María del Alamo señaló que "la estética de un cementerio debe ser la salubridad, la limpieza y el decoro y en el cementerio de Mérida brillan por su ausencia".