La delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, aseguró ayer que Augusto César Zabala Arias, el joven de 20 años que fue localizado sin vida el pasado lunes en el cauce del río Guadiana, murió por ahogamiento. Según explicó Herrera en declaraciones a la Cadena Cope de Mérida, el médico forense ha determinado tras realizar la autopsia que el cuerpo presentaba un golpe "no mortal" en la cabeza, por lo que "no se sabe si puede ser debido a la caída desde el puente o por la escasa profundidad del río en esa zona".

En relación a las causas del fallecimiento del joven, Herrera señaló que la investigación del suceso continúa abierta y que "en estos momentos no es posible determinar si ha sido una muerte accidental o no". No obstante, fuentes próximas al caso informaron ayer este diario que la policía descarta por el momento que haya terceras personas implicadas ya que el cadáver no presentaba signos evidentes de violencia. "Estamos todos conmocionados porque todos tenemos hijos o nietos de estas edades y es una pena que haya fallecido de esta forma", afirmó Herrera, quien transmitió su pésame a los familiares y allegados. El cuerpo del joven fue trasladado en el día de ayer desde el Instituto de Medicina Legal de Badajoz hasta el tanatorio de Mérida, donde por la tarde tuvo lugar una misa previa al entierro en el cementerio municipal.

Los alumnos y profesores de Secundaria del colegio Salesiano, donde el joven estudiaba segundo de Bachillerato, rezaron ayer de forma conjunta antes del inicio de las clases en recuerdo del fallecido y cuando hayan pasado unos días celebrarán una eucaristía. Además, las muestras de apoyo a los familiares y condolencias se sucedieron por parte de toda la comunidad educativa a través de las redes sociales.

Augusto César Zabala vivía en el barrio de San Antonio, ubicado en la margen izquierda del río, y hasta hacía unos meses regentaba la bocatería Buggy de la calle Oviedo. Su pista se perdió a las seis de la mañana del pasado sábado por el puente romano, donde le habrían dejado sus amigos para que emprendiera el camino de regreso a casa. El Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura lanzó una alerta al día siguiente de su desaparición a través de las redes sociales y se puso en marcha el dispositivo de búsqueda en las inmediaciones del puente. Finalmente, en torno a las doce de la mañana del lunes los miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) encontraron el cuerpo sin vida del joven a la altura del cuarto ojo del bimilenario monumento.