La familia de Juan Aponte Pulido, de 74 años, fallecido el pasado miércoles tras ser atropellado por un turismo en la avenida de los Milagros, ha exigido al ayuntamiento que depure responsabilidades por no haberse tomado antes medidas que hubieran evitado este accidente.

La gota que ha colmado el vaso ha sido que el ayuntamiento pintara el jueves por la tarde un paso peatonal en el mismo lugar donde se produjo el atropello, a la misma hora que se oficiaba el funeral por Juan Aponte.

Así, en un escrito presentado ayer en el Registro del ayuntamiento, la familia se pregunta si "tiene que morir una persona para que se nos haga caso a los ciudadanos, cuando hace más de un año que se habían solicitado los pasos de peatones en la urbanización de La Corchera".

Por su parte, el consejero municipal de Tráfico, Manuel Balastegui, lamentó que hubiera ocurrido este accidente y afirmó que desde hace dos meses están pendiente de realizar algunas mejoras relacionadas con el tráfico en esa zona, aunque reconoció que el atropello ha adelantado los planes.

Juan Aponte fue atropellado el miércoles sobre las nueve de la mañana. Venía del centro de salud de San Luis de recoger una recetas y se dirigía a su domicilio, en la barriada Santa Eulalia. Fue trasladado al hospital Infanta Cristina donde falleció por la tarde debido a las heridas producidas en la cabeza y el tórax.

Por otro lado, el grupo municipal socialista ha hecho un llamamiento al equipo de gobierno para que instale bandas reductoras de velocidad precedidas de un estudio que diga dónde deben estar colocadas, la altura y el tipo de vehículos que puedan transitar por ellas.

Balastegui dijo, por su parte, que las bandas no son "eficientes, ya que algunas se quitan. Puede que no sea la solución, Además tenemos quejas de ambulancias, taxistas, embarazadas y asociaciones de vecinos".