Vecinos y usuarios del lago de Proserpina han mostrado sus quejas por las molestias que causan numerosos conductores que dejan sus vehículos aparcados en el camino perimetral de la charca, o que incluso lo dejan muy cerca de la orilla, y que ha tenido su momento álgido durante los días de la ola de calor. La Policía Local ha tomado cartas en el asunto y ha incrementado la vigilancia de Proserpina. Allí acuden diariamente los agentes para controlar que nadie entre en el camino perimetral, y si hay coches dentro multarlos.

La presidenta de la asociación de vecinos Proserpina, Leonor Nogales, ha apuntado que una de las soluciones contra esta costumbre será la de poner bolos en los accesos "para impedir la entrada de los vehículos, al igual que en Mérida se ponen en los bordillos para evitar que se aparque en las aceras".

La campaña de vigilancia se inició hace algunas semanas y fue precedida de otra informativa para advertir a los conductores que había zonas habilitadas para estacionar los vehículos fuera del camino perimetral del embalse.

Cuando dieron por concluida la campaña informativa se empezó a multar. La media de sanciones es de cuatro diarias. Cada sanción es de 90 euros por no respetar una señal de prohibición. La medida también afecta a los ciclomotores, ya que está prohibido circular con vehículos de motor por el camino.

PLAYA

El intendente mayor de la Policía Local, José Ruda, manifestó que lo que se intenta es que "los turismos no se metan en determinadas zonas, igual que cuando uno va al mar no mete el coche hasta la playa, ya que hay lugares habilitados para el aparcamiento".

Pero a pesar de que hay muchas señales a lo largo de todo el camino perimetral, que tiene unos ocho kilómetros de longitud, también hay muchas zonas por donde los vehículos pueden pasar.

En este sentido, Leonor Nogales manifestó que muchos tramos del camino, utilizado principalmente para paseos a pie y en bicicleta, se están deteriorando. El camino fue construido por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.