El Grupo Municipal Popular de Mérida ha denunciado hoy que el recibo de agua subirá más de 20 euros a partir del próximo octubre para una familia que tenga un contrato de consumo mínimo, y ha acusado al equipo de gobierno de haber aprobado este incremento con "nocturnidad".En rueda de prensa, el concejal Daniel Serrano ha recordado que el Ayuntamiento ha prorrogado cinco años el contrato con la empresa concesionaria del servicio -estará vigente hasta 2030-, Aqualia, y ha modificado además algunas cláusulas, que supondrán un encarecimiento de la factura.En concreto, ha precisado que una familia que tenga contratado un consumo mínimo de 38 metros cúbicos pasará de abonar 63 euros trimestralmente a 85.Según ha detallado, en base a la subida de las tarifas publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia, el precio del metro cúbico pasará de los 0,38 euros actuales a 0,66; la tarifa de alcantarillado de 0,12 a 0,21 por metro cúbico; la cuota de depuración de 0,15 a 0,25, también por metro cúbico, y la cuota fija del agua de 15 a 18,74 euros.El edil popular ha acusado al alcalde, Ángel Calle, de haber aprobado esta subida "con nocturnidad y alevosía" al haberla sometido solamente a la aprobación de la Junta de Gobierno Local, obviando su paso por Pleno.A este incremento ha añadido el que se producirá a partir de 2013 con la aplicación de una fórmula polinómica para calcular los gastos de la concesionaria.Serrano ha criticado que Calle haya amparado ahora este incremento -que ha cifrado en un 72 por ciento- cuando en 2005 se "llevó las manos a la cabeza" debido a que el Gobierno de Pedro Acedo acordó una subida del 6 por ciento.Ha añadido que incrementando 1,5 euros el recibo del agua se hubiera solucionado el déficit del servicio, y ha aseverado que PP utilizará las medidas a su alcance para reparar este daño "en el bolsillo de todos los emeritenses", dado que cada cinco años se permiten revisiones de las tarifas.Ha criticado además que el equipo de gobierno haya retrasado la entrada en vigor de las nuevas tarifas a después de las elecciones municipales, a su juicio con el fin de evitar un posible coste electoral.