El Consejo de Estado ha desestimado la petición de una familia en la que reclamaba 390 euros y responsabilidades a la Consejería de Educación por daños y perjuicios con motivo del accidente de un hijo de 12 años en el colegio, al romperse un diente cuando se cayó en el patio del recreo.

En el fallo considera que el daño no se produjo mientras se realizaba una actividad escolar concreta, sino mientras los alumnos estaban jugando en el recreo con los compañeros y alguien empujó al niño.