Unos 35 trabajadores de Correos se concentraron ayer ante ante las puertas de las oficinas para protestar por la carencia de uniformes de reparto de invierno y exigir su entrega "urgente".

El personal de reparto, mientras, sale a la calle con ropas viejas o particulares, e incluso se intercambian abrigo y chubasqueros.

El representante de UGT en el sector postal, Eduardo Burgos, aseguró que los trabajadores "han llegado al límite" cuando esta semana recibieron un escrito de Correos que les iba a entregar el vestuario, mientras que la empresa encargada de la confección "envió un fax pidiendo de nuevo las tallas, por que las que había tomado hace varíos meses las había perdido".

Burgos señala que los responsables de esta empresa "son unos incompetentes" y pidió a Correos que no le renueve el contrato.