Este periodista uruguayo es director ejecutivo del Instituto del Tercer Mundo (ITEM), organización sin ánimo de lucro, cuyo fin es promover el intercambio de información y el acceso entre las comunidades y organizaciones civiles del Sur-Sur. Participó ayer en el eje temático sobre ´crisis y desarrollo: diagnóstico y alternativas´.

--¿Tenemos realmente identificada la crisis actual y el origen de ésta?

--Sin duda, hay una crisis originada en el sector financiero de los EE.UU. pero que luego se expande hacia el conjunto de la economía mundial. Eso ha creado que países en los cuales no había crisis la vivan ahora de forma muy dramática por culpa de esa globalización del sector financiero.

--¿Qué papel juega la sociedad civil para salir de esa situación?

--Tiene que reclamar que la socialización de las pérdidas, la privatización y apropiación de las ganancias es totalmente inadmisible. El sector financiero, en situación de bancarrota, ha sido rescatado con el dinero de los propios contribuyentes en muchísimos países y ahora se le exige a esos propios contribuyentes que estén pagando a corto plazo la deuda que ello ha generado. Es una situación completamente injusta e intolerable.

--¿Qué le parece que los propios bancos a los que se ha rescatado tampoco concedan créditos ahora?

--Los miles de millones de dólares que se dieron a los bancos no se emplearon en dar créditos y reactivar la economía, sino que se dirigieron a reconstruir el capital de esos bancos que estaba altamente expuesto en burbujas financieras creadas por inversiones irresponsables.

--¿Cambiamos el concepto de democracia en el mundo globalizado?

--No hay que cambiar el concepto de democracia sino aplicarlo.