t ras casi 40 años recuperando la música popular de Extremadura, Manantial Folk ya ha escrito su nombre con letras de oro en la historia de la región, logrando que un inmenso tesoro cultural permanezca para siempre al alcance de todos. Manantial Folk puede presumir de haber grabado 24 discos y dos cancioneros, además de ofrecer 2.000 conciertos, muchos de ellos en el extranjero, con un gran éxito. Esta formación nacida en los años 70 en los pueblos de la Sierra de Gredos ha conseguido un milagro: que la música tradicional extremeña sea apreciada y valorada por todas las edades y grupos sociales sin distinción. Ellos nunca pensaron que las rondas que cantaban de pequeños sonarían en escenarios de todo el mundo de su mano. Pero así fue y por eso se les reconoce.

Como es lógico, el grupo ha tenido cambios a lo largo del tiempo. En la actualidad sus componentes son: Inés Tirado (armónica, percusiones, voz y guitarra española), Carolina Garro (flautas, armónica, percusiones y voz), Ángel Tirado (guitarra acústica y voz), José L. Rodríguez (guitarra española y voz), Marcelino Seco (congas, laúd, rabel, silbido y voz), y Rafael Tirado (bajo y voz).

Todo empezó en las rondas populares, cuando un grupo de muchachos decide hacer un coro parroquial en los pueblos de la Sierra de Gredos. Participaban junto a personas mayores en las rondas espontáneas. “Las primeras canciones que nos han influido han sido las canciones de cuna de nuestras madres y las rondas de las calles. Siendo adolescentes empezaron a sonar en la radio The Beatles, los Rolling Stones, Los Brincos y Los Pequeniques. Y vimos cómo la música popular iba desapareciendo, e incluso cómo en los jóvenes generaba cierto desprecio”, explica Ángel Tirado, uno de los fundadores de Manantial Folk.

INSPIRACIÓN. La música comercial iba arrinconando a la popular, pero ellos se sentían influidos por grupos como Jarcha y Nuevo Mester de Juglaría, empeñados de dignificar los sones populares. Decidieron que la fórmula que estaba funcionando en otras comunidades como Andalucía y Castilla podría hacerlo también en Extremadura. En las discográficas les decían que se dedicaran mejor a cantar sevillanas. Pero ellos apostaron por la música popular. Y no se equivocaron. Han trabajado durante casi cuatro décadas para que las canciones de Gredos, la Vera y el Valle del Tiétar no se olviden, recogiéndolas en grabaciones discográficas y trasmitiéndolas en directo. “De pequeño apuntaba las canciones tradicionales que escuchaba de mi madre en un cuaderno. Pensamos que si las grabábamos alguna vez se oirían entre tanto Beatle y Rolling. Lo hicimos con calidad y eso fue lo que movió a Manantial Folk. Quisimos darle la máxima altura al folclore desde el mayor de los respetos para mantener la integridad de los instrumentos autóctonos como el laúd, la guitarra y el rabel. Añadimos guitarras acústicas y bajo eléctrico pero para complementarlos, nunca para sustituirlos. Hemos sido respetuosos también con la forma de tocar, porque mi abuelo me enseñó a tocar la jota como se hace en la zona. Y así lo hice siempre”, explica Ángel Tirado.

El primer disco de Manantial Folk se publicó en 1982. Era lo que entonces se llamaba long play (larga duración) en vinilo, para su reproducción en tocadiscos. Este trabajo primigenio se llamó Manantial y contenía siete temas tradicionales y cinco composiciones propias sobre poemas de Pedro Lahorascala. Uno de ellos se convirtió en estandarte del grupo. Se titula Amanecer en Gredos y era una jotilla en la que aparecía el silbido de los cabreros de la zona. El sonido pegadizo hizo que se difundiera por todas las emisoras de radio de la región, así como de Ávila, Toledo y otras muchas provincias españolas. El éxito es tal que recorren todo el país y actúan en Portugal e incluso en América Latina, con un memorable concierto en Costa Rica. Van a disco por año para recuperar el mayor número de canciones. Desde los ritmos tradicionales y los instrumentos autóctonos Manantial Folk crea una nueva forma de hacer canciones con el terruño muy presente.