Ya lo dijo Hobbes : "El hombre es un lobo para el hombre", pero donde estas palabras adquieren todo su significado, es en el actual sistema mundial de distribución de la riqueza y de la calidad de vida; es obsceno comprobar cómo en el primer mundo somos adictos a las dietas de adelgazamiento y sin embargo en el resto del planeta no tienen ni para comer. Asistimos impertérritos a la desolación de países del área subsahariana a consecuencia de un sida desbocado agravado por las sequías arrasadoras dejando tras de sí un panorama funesto que diezma la población. Si no es el sida o la sequía entonces son las guerras fratricidas las que se encargan de dejar las cosas en su sitio, casos --como los de Sudán, Etiopía, Somalia, Sierra Leona o Mozambique por centrarme en los países africanos-- son esclarecedores. Si a estos países no se les lanza un cabo, aunque no interese al insolidario primer mundo, les estaremos abocando a la destrucción a medio plazo.

Cómo van a poder prosperar estos países si no tienen ni para sufragar los intereses de la deuda externa que han contraído con nosotros, que les hemos explotado, expoliado, esclavizado y engañado. Creo que tenemos una cuenta que saldar, seamos por una vez generosos , condonemos parte de la deuda externa, y por favor, no les volvamos a fallar. Si hicimos la promesa de aportar un miserable 0,7% del PIB ¿por qué no lo hacemos? Tengamos empatía y reflexionemos qué pensaríamos nosotros de nuestros hermanos que pudiendo ayudar, lo que hacen es mirar a otro lado.

El 0,7% significa que de los 365 días que tiene el año, sólo les dedicaríamos 2 días 13 horas y 19 minutos, ¿hasta eso les vamos a negar? Además se lo hemos prometido. Creo que es una cuestión de humanidad.

Juan Carlos López Santiago **

Jaraíz de la Vera