El presidente del Almería, Alfonso García , ha hecho gala de un denostable oportunismo al aprovechar la visita de un grande como el Barça al campo almeriense para cobrar 270 euros por asiento en tribuna. En estos tiempos de crisis, la respuesta de la afición no podía ser otra que dar la espalda al club y no llenar el campo en esta cita tan especial.