Algunos españoles creímos encontrarle a la era Zapatero, veo que con infundado optimismo, un aspecto positivo: la certeza de que el futuro no podría depararnos un presidente peor que él. Pero, por imposible que pareciese, Sánchez ha venido a hacerlo bueno, pues en un mes de gobierno ha sido responsable, o planea serlo, de más desafueros que ZP en sus dos legislaturas: desde liberar a los presos golpistas hasta subirnos los impuestos, pasando por retroceder ante el separatismo, privilegiar aún más a Vasconia, reabrir las oficinas Diplocat, eludir el apoyo al Rey, atraer a la inmigración ilegal, ceder RTVE a los hispanófobos, agravar la Ley para la Revancha Histórica contra media España, vender nuestras fronteras, debilitar nuestra imagen exterior, incrementar el gasto público y otra docena de iniquidades que se me quedan en el tintero. Decididamente, bate el récord de Zapatero. Y no ha hecho más que empezar.

mundial de rusia

No es deporte, es dinero

Carles Grané

Sant Vicenç dels Horts

Rusia ya tiene su Mundial de fútbol, algo que demuestra hasta dónde llega la podredumbre del deporte actual. Dinero: esa es la única razón lógica para explicar que Rusia o Qatar organizen mundiales, que China tenga sus JJOO o que el Giro salga de Israel. Pero es verdad, «no hay que mezclar deporte con política», el problema es que constantemente vemos por televisión cómo en esos países pasan cosas que difícilmente se pueden catalogar como política. Por ello, recomiendo encarecidamente tanto a los dirigentes deportivos como a los deportistas que cambien la frase por: «No hay que mezclar el dinero con los derechos humanos». Podrán seguir cobrando millonadas de países que utilizan el deporte para intentar blanquear su imagen, pero al menos no serán tan hipócritas.

REPERCUSIÓN MEDIÁTICA DEL ‘CASO LA MANADA’

Para que triunfe el mal

Rosa M. Medrano

Barcelona

Los programas informativos debaten durante horas todos los aspectos de la sentencia sobre el caso la Manada. Hay mucho interés y mucha repercusión mediática. Se especula sobre si no aparecerán medios que ofrezcan espacios para que los agresores se expresen y, con ello, se enriquezcan. No nos engañemos, más allá del interés informativo no hay sector de la sociedad que quede a salvo de la ética capitalista donde el valor de mercado puede alcanzar a cualquier producto, acontecimiento o persona. Incluso se puede pensar en términos de cuánto cuesta en años de condena un delito. Las audiencias de los programas son otro aspecto que se traduce en dinero, pero ahora viene la acción individual. Muchas veces oímos hablar de la audiencia como si fuera un ente sin criterio sometida a lo que le ofrecen, pero no es así. Todos nosotros somos la audiencia y tomamos decisiones personales, somos dueños de ver o no lo que nos ofrecen. Quisiera recordar que, por muy difícil que sea, uno puede no ser cómplice, no participar. Es seductor y parece que ajeno a nuestra responsabilidad, no somos nosotros los malvados, al contrario, nuestra indignación y estupor nos sanciona como los buenos pero no es así. Edmund Burke, escritor y político irlandés, en reflexiones sobre la revolución francesa, comentó: «Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada». Los hombres y mujeres buenos tienen que hacer algo, un acto de voluntad consciente, de no dejarse arrastrar por la inercia de ver, de ser espectador impasible que a la postre legitima e insensibiliza. Todos nosotros estamos siendo convocados, de alguna manera, a aquel sórdido rellano junto a aquellos sórdidos integrantes de una manada que, más que manada, es piara.