Ante un hecho como el robo ocurrido en el cuartel de Bótoa, creo que los políticos se evaden de sus responsabilidades con mucha facilidad. Si analizamos la situación del ejercito y la evolución que ha tenido hay que recordar que las pruebas que se exigían a los primeros soldados profesionales, en los años 90, eran de alto nivel, similares a las de la Guardia Civil. Una vez superadas, los futuros soldados estaban en las escuelas de formación un año, en la que a la más mínima podían ser expulsados, y dependiendo de la nota obtenida al final de esta última fase, se elegía destino, donde se ofertase vacante, a sabiendas que solamente se contaba un miserable contrato de dieciocho meses o tres años, con unas retribuciones mensuales de risa cuando estábamos en época de bonanza. Todo esto se fue degradando, llegando a estar las puertas de los cuarteles abiertas a todo tipo de individuos. Las pruebas de acceso se quedaron en un pequeño psicotécnico y no había que esforzase en obtener una buena plaza pues se elegía antes de entrar. Como consecuencia se cargaba de trabajo a los de más antigüedad, ya que no se confiaba en las últimas incorporaciones. Entretanto desaparecía la tropa de reemplazo, y el número de efectivos mermaba. En definitiva cuarteles con deficiencia de personal y escasa formación, con unas exigencias iguales o superiores que cuando existía la mano de obra gratis. Tengo la fortuna de conocer a los efectivos que estaban de guardia esa noche, así como al coronel jefe de la seguridad de la base, y les doy todo mi apoyo en unos momentos difíciles por los que están pasando, son personas que con los recursos existentes han cumplido a la perfección cualquier tipo de servicio que se les ha encomendado, el mando ha sabido mandar y los de rango inferior han sabido acatar las ordenes.

El que escribe en su día fue de los primeros profesionales que se incorporaron al ejército, actualmente trabajo en el cuartel de Bótoa como personal civil, cuando tuve que oposicionarme en contra del jefe lo hice, pero tengo que reconocer la profesionalidad de estos señores y apoyarles en todo.

José L. Sánchez Durán **

Badajoz