Mañana es 25 de noviembre de 2017, Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, es un día más para tomar consciencia de un terrorismo que nos asesina, que asesina a mujeres sin atender a clase social, educación, etcétera, y que solo responde a un criterio: el asesino es un machista, que maltrata, anula, y deja a su paso la muerte y la violencia más mezquina.

Mañana será imposible que deje pensar en Jessica Bravo, 28 años, con cuatro denuncias y una sentencia firme por malos tratos, fue asesinada en la puerta del colegio de su hijo.

Será imposible que no piense en la chica que con 18 años fue violada por cinco chicos denominados ‘La manada’. Denunció y durante el juicio ella fue cuestionada.

Ellas, las víctimas, foco de acción, de denuncia, de renuncia, son ellas las que con todo y por encima de todo tienen que hacer frente al maltratador para seguir sobreviviendo. Es en ellas donde recae la responsabilidad de acabar con tanto dolor.

¿Esto es justo? ¿Solo está en mano de la víctima? Ha llegado el momento de ampliar la luz de ese foco a la sociedad en general y sin distinción.

Debemos responsabilizarnos de todo ese dolor y de una vez por todas ponerle freno a tanta tortura y sufrimiento en el ámbito más íntimo y profundo de nosotros mismos.

Siento desprecio a quienes cuestionan a las víctimas, por su conduzcas, por su forma de ser, por sus acciones, por su respiración o su mirada. Nunca podrá ser justificada la violencia, el dolor y una violación, únicamente deber ser condenada. Jamás tendrá justificación una lágrima derramada. NUNCA. Seremos cómplices de asesinato si así lo hacemos.

Siento vergüenza, terror, preocupación cuando estamos consintiendo que el machismo crezca y perviva, ¿cómo se puede ser machista con 15 años? ¿Qué estamos haciendo?

Un 30% de los jóvenes considera que controlar las redes sociales de la pareja no es violencia de género.

18 menores de edad en Extremadura tienen orden de alejamiento.

Siento escalofríos al escribirlo, al releerlo.

En estos días leo noticias de la prensa extremeña en las que la cosificación de la mujer sigue siendo la reina de la noche y aún se permiten la broma y la banalización al día siguiente.

¿Vamos a consentir que nuestro futuro venga cargado de retroceso, angustia y muerte?

Hemos conseguido un pacto de estado pero necesitamos más educación, necesitamos más medios para combatir el machismo.

Nos necesitamos.