TEtl marido de una esposa quisquillosa, el cual tenía antecedentes por malos tratos, le mandó con su hijo el recadito de que la vería en el cementerio en una caja de pino. Para el juez Del Olmo no es amenaza sino profecía en el mejor estilo existencialista, pues el hombre --o la mujer-- es un ser para la muerte. Así el acusado puede dedicarse en el futuro a filosofar o vaticinar, que cuando el desempleo arrasa, toda opción viene bien. El marido de esta esposa susceptible, pero no maltratada, también la llamó zorra, mas no por denigrarla sino por ensalzarla.

Entre los sinónimos de mujer pública los hay eufemísticos como prostituta, ramera, cortesana, meretriz o fulana, que aunque el referente siempre es denigratorio resultan más suaves que buscona, furcia o puta, desagradables, la verdad, aunque no tanto como pendón verbenero o putón. (Tenga a bien el amable lector perdonar esta ristra de vulgaridades). Todos ellos son insultantes, pero zorra no. Otra cosa es que la hubiera motejado de zorrupia o zorrón, que los sufijos es lo que tiene, pero Del Olmo, que cuando no escribe sentencias se interesa por la Filología, sostiene que llamar a una mujer zorra es elogiarla, pues focaliza semánticamente en la especial habilidad de la vulpeja para actuar con precaución a fin de detectar riesgos contra sí misma. No se pregunten por qué el cariñoso cónyuge no se dirigió a la afortunada con términos tales como lista, avispada, espabilada, sagaz, hábil, vivilla, calculadora, sutil o incluso artera, taimada, cuca, perillana o pícara, que esos sí son sinónimos de astuta. Esta parte de la lexicología no le mola al indulgente juez.

No se pregunten tampoco cómo reaccionaría el magistrado si se dirigieran con el expresivo elogio a su señora madre. O si alguien interpretara que llamarle a él mamón no es insulto sino referencia a una infancia bien nutrida. ¿Qué quieren? Ante ciertas sentencias de la ciega Justicia a una le tienta creer que el juez lo es precisamente porque desconoce lo que saben todos menos él. Que llamar zorra a una esposa es violencia verbal. Y de la peor.