TEtse era el grito desgarrado de la madre del último fallecido en accidente laboral en Extremadura (en Trujillo), un chaval de 21 años, hijo único. No entendía nada. No quería creerlo. No podía aguantar el dolor de la ausencia de ese hijo que se fue a trabajar y no volvió. Un dolor compartido por demasiados padres, madres, hermanos, hijos en nuestra tierra. En lo que va de año ya ha habido 14 muertos en accidente laboral en Extremadura y más de 6.000 accidentes. Detrás de esos números hay mucho dolor, demasiadas ausencias y mucha responsabilidad. A una madre no le puedes explicar por qué, sólo la puedes acompañar en su dolor. Pero sí a la sociedad.

Hay que decir a los cuatro vientos que ya está bien de ser el país más peligroso a la hora de ir a trabajar de la Unión Europea, que ya está bien que en Extremadura sigan aumentando los accidentes laborales de forma trágica, que los empresarios sigan cumpliendo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sólo en el papel y llenándose los bolsillos a costa de la seguridad, que las administraciones públicas no cumplan con su obligación de velar por la salud y la seguridad de los trabajadores y se limiten a firmar planes propagandísticos que no son capaces de frenar la sangría que este problema está causando en nuestra región.

Todo esto y mucho más llevamos tiempo diciendo desde MCA-UGT Extremadura sin otro resultado que el silencio. El silencio de muchos y el llanto de madres a las que no sabemos qué decir. Sólo que cada poco tiempo compartimos su dolor y sus lágrimas, aunque a estas alturas ya no podamos compartir su sorpresa.

*Secretario de Salud Laboraly Empleo de MCA-UGT Extremadura