TEts tal el desprestigio al que han llegado los políticos, que los ciudadanos están dispuestos a participar en una parodia encabezada en nuestra ciudad por un personaje cuya actividad cómica o bufa le ha hecho popular. A nuestro regreso de vacaciones, nos hemos visto sorprendidos por la información aparecida en los medios locales en la que, al parecer, el Bola presentará su candidatura para optar a la Alcaldía de Cáceres. Este miembro de la troupe de la Botika, está en estos momentos expresando el sentir de los ciudadanos; ciudadanos hartos de unos políticos ineficaces, ineptos y en muchísimos casos corruptos que están propiciando la abstención o votar a un cómico, porque al fin y al cabo va a dar lo mismo.

En la prensa digital --y en otros medios de internet-- podemos comprobar la gran cantidad de adhesiones que está recibiendo el Bola , como si los ciudadanos se tomaran a título de risa lo que en realidad es algo muy serio e importante para la sociedad como son unas elecciones.

Hay un claro antecedente de esta burla en Francia, donde un bouffon optó a la Presidencia de la República y el etablissment no se lo permitió, llamándole al orden y obligándole a desaparecer de la escena política que en esos momentos se vivía en Francia.

El desencanto de los ciudadanos es la consecuencia de unos personajes que han irrumpido en la política como un medio de vida; personajes o personajillos que se permiten tomar decisiones anti-culturales (véase la decisión de mandar quitar el célebre escudo de los Reyes Católicos). Otro claro ejemplo de la miopía cultural y política es el desaguisado en el cementerio con unas obras que nadie al parecer autorizó o decretó que se realizaran. Los problemas en la concesión del abastecimiento del agua que ha dado lugar a que finalice el contrato con Canal de Isabel II y todavía no se ha tomado una decisión. El grave problema de la traída de agua desde la presa de Portaje cuyo coste nos va a costar un riñón a los cacereños. Las obras de remodelación de la plaza Mayor que no han contado con el beneplácito de los ciudadanos; la chapuza de la Plazuela de las Claras y otras andanzas urbanas, está propiciando y de hecho van a conseguir que, al menos, el Bola sea nominado a la Alcaldía de Cáceres.