Desde ayer y hasta mañana, Cáceres se ha constituido en capital de la lectura al acoger a los más de 400 participantes en el Congreso Nacional de la Lectura. El encuentro reúne durante tres días a escritores, profesores, periodistas, bibliotecarios... que son también --en algunos casos, sobre todo-- lectores, habitantes de los mundos que les proporcionan los libros. Vienen a la capital cacereña a defender ese territorio lector que les ha amueblado la cabeza y el corazón y a criticar que, muchas más veces de las deseadas, se ha convertido en una mercancía. Un congreso como éste es insólito hoy día. Es en sí una especie de narración extraordinaria. Un gusto.