Soy cacereño, aunque me pasa como a los de Bilbao, que nacen donde quieren. Pero, la verdad es que soy de Cáceres, aquí es donde vivo, trabajo y me divierto lo que puedo.

Tanto por mi profesión, como por mi extraña afición a la política, tengo la fea costumbre de analizar lo que me rodea y me afecta, directa o indirectamente, soy muy inconformista y bastante independiente, pese a mi militancia en el PP (en un partido de libertades no me iba a sentir censurado jamás en mi opinión o pensamiento). Pues bien, como cacereño tengo que manifestar mi preocupación por los continuos retrasos en casi todo lo que toca estructuralmente a esta ciudad. Me explico:

Mientras uno observa cómo las conexiones, Mérida-Badajoz-Plasencia-Navalmoral-Miajadas-Don Benito-Trujillo, se han resuelto, unas hace ya años y otras de manera reciente, uno se pregunta, al mismo tiempo que sigue mirando el progreso ajeno, por qué no llegan en tiempo y forma las conexiones de Cáceres con el resto del mundo. Qué ha podido pasar para que las conexiones de Cáceres con el Norte por Plasencia y por el Sur con Mérida, vayan a ser las últimas de Filipinas. No obstante, estamos en proyecto con Trujillo y ¡cielos con cuántos años de retraso la conexión con Badajoz! Aunque ahora resulta que no es para articular esta región, sino para que la Plataforma Logística de Badajoz sea más logística que nunca. Pero la cuestión es, que ahora mismo tenemos menos ventajas competitivas que otros, lo cual redunda en un claro perjuicio para el desarrollo de nuestra ciudad. Y ¡ojo el tiempo no pasa en balde, pasa su factura! El ferrocarril de alta velocidad empieza sus trabajos por el tramo Badajoz-Mérida, como si fuera un salto en el vacío, absurdo, ilógico, pero así es.

XTAMBIENx, me pasa que veo cómo se proyecta un hospital de referencia dicen, pero que va a ser por fases sucesivas y en proyecto; no obstante, en otros queridos lugares de esta tierra ya se dispone de tal referencia e incluso de una habitación por enfermo.

Y me pasa, que los pabellones de congresos están resueltos en Badajoz y Mérida, comprometido en Plasencia y aquí seguimos en proyecto, por si ampliamos el auditorio o qué hacemos. No obstante, somos la ciudad de la modernidad, tenemos Foro Sur y tendremos Helga de Alvear, que ahora está en proyecto.

De la Escuela Superior de Hostelería ni hablamos, porque fue un pacto de caballeros entre Zapatero e Ibarra y va para Mérida, aquí seguiremos siendo pese a todo, el buque insignia del turismo regional ¡un milagro!

Quizás estas perlas puedan ser razonablemente explicadas, justificadas e incluso rebatidas, hay doctores y sabios expertos para todo, pero qué quieren a mí no me sacan de mis observaciones y comentarios, no me convencen y veo que el tiempo devora proyectos, elimina expectativas y desincentiva a los inversores, si no ven oportunidades. Aunque habrá que concluir con carácter positivo. Tampoco parece que esta ciudad esté en deuda con nadie, ni tenga que pedir perdón a nadie.

*Concejal del PP en Cáceres