Si hacemos caso a la OMS sobre los efectos de la telefonía móvil y cierto tipo de cáncer cerebral, deberíamos estar muy preocupados. Si de este asunto surgiera una controversia entre la OMS y los fabricantes de teléfonos (Nokia, Samsung, Motorola, Siemens y otras multinacionales) además de las compañías Movistar, Vodafone, Orange, etcétera, no me cabe duda alguna que los segundos ganarían por goleada, rebatiendo las tesis de la OMS solamente por intereses comerciales. Por otra parte, la política informativa de la OMS de los últimos tiempos (véase la gestión de la gripe aviar y de la más reciente gripe A) con informaciones de pandemias cuasi apocalípticas, que más tarde terminaron en casi nada y que crearon pánico a los países y a sus ciudadanos, haciendo acopio masivo de dosis antivirales y por lo tanto haciendo ganar miles de millones de dólares a ciertos laboratorios, no ha sido la más adecuada. Por favor, lo que necesita la ciudadanía son informaciones veraces y contrastadas, sean malas o buenas, para tomar decisiones y no entrar en guerras comerciales interesadas en las que hay beneficiados y perjudicados. Y para muestra un botón: la gestión de las autoridades alemanas en el caso de los pepinos de origen español.

Jorge A. García González **

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