Tengo 51 años y soy de una generación a la que cada vez más considero extraña. Hemos sido demasiado jóvenes para algunas cosas y demasiado mayores para otras, lo que me provoca la sensación de que nos ha tocado vivir lo peor desde los años 60.

En los tiempos que corren y aunque nadie me ha regalado nada, me considero afortunado. Disfruto de un sueldo aunque cada vez más pequeño. Ahora bien, solo dispongo de los carnet habituales: el de identidad, el de conducir, el del SES y alguna tarjeta que otra de una gran superficie. Y otros no tan habituales como el de la biblioteca pública.

Mi aspiración, creo que legítima pues llevo ya más de 30 añitos trabajados y cotizados, era adquirir pronto el carnet y estado de pensionista . La realidad se impone y como esto siga así creo que me quedaré sin ellos y por tanto, sin hacer colas para viajar a Benidorm, Gandía u otros destinos turísticos propios de esa edad y condición. Tendré antes la esquela si es que para entonces existen.

Ahora bien, las noticias regionales recientes me han traído una nueva esperanza. Con un poco de suerte y salud, creo que podré obtener el Carnet Joven . Nuestro Gobierno , por emplear su terminología y en similar política a la de los anteriores, ha aprobado la ampliación de los 26 años máximos del actual, ¡que ya estaba bien!, a los 30 años, la posibilidad de disponer de este tipo de carnet que nació para "proporcionar a la juventud extremeña, mejores condiciones de acceso a descuentos en diferentes bienes y servicios". Y no me digan aquello de que esto es el chocolate del loro , pues de tantos chocolates estamos como estamos, empachados, y luego el sacrificio es para los mismos de siempre, los parias de esta época que somos los que trabajamos para que la clase dirigente, la misma que parece no entender nada de lo que está ocurriendo, dispongan con fines absolutamente políticos y partidistas, de nuestros recursos y los malgasten.

Creo que ya está bien de tocarnos los- bolsillos.

José M Sánchez y Torreño **

Plasencia