TQtueridos Reyes Magos: a pesar de que recuerdo en brumosa lejanía los verdes años en Barcelona cuando mis hermanos y yo --zapatillas diseminadas por la alfombra, un poco de agua para los camellos y algo de turrón a sus Majestades-- nos acostábamos febriles, despertábamos de madrugada y sufríamos horas de suspense eterno y carcajadas locas antes del milagro anual en el helado salón; a pesar de que hace mucho que necesitáis de mi concurso para traer los regalos que piden con ilusión infantil, ingenuidad inocente, caprichoso egoísmo adolescente o adulto entusiasmo mis seres queridos, sigo esperando con impaciencia vuestra próxima visita. Discrepo de Carmen Martín Gaite en El cuento de nunca acabar pues no comparto que consentir que los niños crean en vosotros sea un chantaje emocional para que se porten bien o un pasaporte a la mentira futura cuando crean averiguar que no existís. Porque descubrí hace décadas que sois reales y sé que venís de Oriente, Magos y Sabios, cargados no solo de oro, incienso y mirra para el Niño sino de ilusión y fantasía que no son mentira, cariño gratuito que no es chantaje y felicidad sincera que sí es pasajera en su materialidad pero perdurable en la belleza intangible con que os acordáis de cada uno y tenéis un detalle cariñoso con todos. Compruebo cada año que convertís los sueños en realidad con la ayuda de los padres, los padrinos o los abuelos. Y cuando los nuestros se han ido nos hacéis revivir en el entusiasmo de los chicos el aroma alegre que nos dejaron al partir y asumimos ahora su papel de pajes. Adoro estas fechas a pesar de la nostalgia. Y os pido, queridos Reyes, que no consintáis que nos amargue el desaliento por la pérdida de algunos bienes materiales, ni el miedo al futuro incierto que algunos dicen que nos amenaza, ni la desesperanza que otros auguran con profecías de negros nubarrones. Recuerdo la alegría de mis Reyes infantiles y también épocas de zozobra que supimos superar. Así que iremos a recibiros a la cabalgata, comeremos el roscón y os guardaremos un poco. Con gratitud.