EL FUTBOLISTA

Espectadora insensata

M. Llopis Piferrer

Barcelona

No me gusta un futbolista extranjero que, a pesar de ser multimillonario, todavía intenta hacernos pagar más a los demás pagando él menos a Hacienda, siendo encima parte de un club de y del que fui aficionado, que hoy se ha convertido en cómplice político de quienes con trampas desean apoderarse de mi tierra y apartarla con malas artes de sus vecinos. Pero menospreciar a ese jugador porque, lanzando --por supuesto contra su voluntad-- un balón por encima de la portería le causara daño a ella me parece una necedad, sólo disculpable si aún le duraba a esa espectadora, cuando hizo esa declaración, el atontamiento consecuencia de ese balonazo.

POBREZA

Que se rían de nosotras

Simeón Ibáñez Llera

Madrid

Muchos de los que nunca han sufrido de verdad la pobreza minusvaloran, no quieren saber la tragedia que supone, porque eso les obligaría a ser mucho más solidarios con los demás. La pobreza, con demasiada frecuencia, acumula una falta de comida adecuada, de abrigo suficiente, de salud general e incluso de equilibrio emocional. Se pierde la libertad, sensibilidad e incluso auto respeto. Con brutal realismo lo han revelado las rumanas humilladas por unos jóvenes que les echaban monedas al suelo en la plaza Mayor de Madrid: "¡Ojala todos los días algunos se rieran así de nosotras!". ¿Cómo no recordar el adagio latino: "Por vivir, perder la razones por las que vale la pena vivir?" Y la culpa de ello, no nos engañemos, no es sólo de unos jóvenes despiadados, sino de todo un sistema creado y mantenido por una sociedad que somete innecesariamente a un alto número de sus miembros a un modo de vida indigno de tal nombre, subhumano.

SINDICATO Y POLITICA

UGT

Diego Mas Mas

Madrid

Un trabajador catalán denuncia en la prensa cómo tuvo que dejar UGT por la deriva política de dicho sindicato bajo la dirección de Alvarez, recién elegido dirigente estatal del mismo, hacia una posición política por un referéndum manipulado, como ya se ha visto hasta hoy, por los independentistas. En internet puede encontrarse un ejemplo de ese juego sucio de los secesionistas incluso en una manifestación estatal de sindicatos de agricultores en Madrid, hace un año, el 26 de marzo de 2015. Los independentistas exhibieron entonces muchas banderas esteladas, que retiraron dos veces a petición de la organización de la protesta, pero que acabaron por exhibir impunemente contra todo derecho. Su atropello estuvo a punto de cometer el crimen de atropellar físicamente con uno de sus tractores que lanzaron contra quien, catalán también, intento evitar su violencia política tendiéndose en el suelo a su paso.