Memoria y educación política
Está claro que la política no se vive igual en una población rural que en una
gran ciudad. En los pueblos nos conocemos todos, y a veces el juego político
puede volverse cruel y despiadado. Rompe familias y anula amistades. Esto es lo
que yo he percibido en el pueblo del que soy natural, y del que hace algún
tiempo no voy. Aquí, según quien con hablas, te pueden decir que la
administración actual es la más representativo y plural, o que es un gobierno
inmoral o un simple desgobierno. Hay opinión para todos los gustos y de todo
tipo de matices.
Un boletín de un partido recogía una carta de un vecino que expresaba un
profundo abatimiento por su voto, y daba a entender que fue a favor de una de
las listas que sostienen al gobierno local. Es muy respetable, pero quiero
hacerle una matización. El votante de cualquier partido que sostiene al gobierno
de mi pueblo no iba a perdonar sin dificultad cualquier atisbo del "síndrome de
Estocolmo". Espero que la próxima vez no se equivoque.
Un votante del PDP-UL del 83 me confesó un arrepentimiento similar. Este votó
por la valía de su cabeza de lista --que renunció-- y no se esperaba lo que
llegó. Este vecino no imaginaba que su voto iba a servir de bisagra, y que fue
el inicio de la gran aventura que acabó en junio. El primer pacto no duró ni
seis meses, y el segundo persistió tres años. Por ello es importante hacer
memoria. No lo he dicho antes, pero soy de Monesterio.
ANTONIO M. BARRAGAN LANCHARRO. Cáceres
¿Están locos estos romanos?
Astérix (¿o era Obélix?) alucinaba, oye. Y no sólo por la pócima, al parecer,
sino, y sobre todo, ante la contemplación de los modos y manera de los romanos.
Pues algo parecido me pasa a mí últimamente, tú. ¿Será el guaraná? No lo creo.
Resulta que españoles todos, de toda clase y condición, se han rasgado las
vestiduras y se han quedado hechos unos zorros con lo de Rovira (Carod). Desde
la diablura hasta la alta traición, pasando por la resobada deslealtad, un
amplio repertorio de lindezas le han llovido desde todos los ángulos y esquinas.
En circunstancias normales, mire usted, cualquiera que moviera un dedo para
buscar el fin de la violencia a través del diálogo (por delante o por detrás de
sus superiores, con éxito o sin él), debería ser encomiado, pienso yo. ¿Qué
pasa, pues, que ahora que estamos acabando con ETA por la vía policial, ya
andamos sobraos y no sólo despreciamos sino que condenamos cualesquiera otras
aportaciones a la causa? ¿Es que nadie se acuerda de que Terra Lliure
desapareció del mapa en buena parte por las aportaciones del terrorista Rovira?
Por cierto, ¿dónde está escrito que un español tiene derecho a condenar a la
dependencia perpetua al pueblo vasco o al catalán, al tiempo que a éstos se les
niega la posibilidad de que se autodeterminen sobre su independencia? ¿No
chirría demasiado el argumento? ¿No suena un poco a aquello de serás mía o de
nadie? ¿No estamos locos los romanos, doctor?
JUAN ANTONIO AMORES DURAN. Coria
En defensa del Womad cacereño
Desearía defender el Womad en contra del pensamiento de personas con un
criterio caduco, que no ven en Womad más que un montón de melenudos sucios y
drogados sin reconocer la obra cultural que supone y la proyección internacional
que esta ciudad alcanza gracias a dicho festival. Gracias a este tipo de
pensamiento ya lo han ido arrojando donde sus pulcros ojos no puedan verlo, casi
todo al ferial, pero aún así, una ingente masa humana se mueve para participar y
luchar por él. Cierto que existen muchos problemas en esta ciudad, pero no creo
que se solucionen a base de desmantelar este festival. Criticaré así mismo a
nuestros políticos, por no haber carnavales, por una feria pusilánime, o por una
romería de la Montaña sin montaña. A ustedes les pido respeten el Womad o monten
otro festival alternativo con todo tipo de culturas y estilos musicales que nos
haga disfrutar de tan singular evento.
INES M. DURAN. Cáceres
Homenaje en Monroy
Hay en el tiempo días muy distintos del discurrir cotidiano. Días en que
nosotros mismos nos transformamos, somos otras personas, hablando de Monroy, mi
pueblo natal, mi pueblo del alma. Uno de esos días es, por peso propio, el día
de Las Candelas.
Se ha realizado una labor importante para hacer conocer al mundo algo íntimo,
algo nuestro, al objeto de participar a todos de esta fiesta tan querida. Son
muchas las personas que han colaborado de manera activa para que la fiesta
precitada tome pujanza. A todos ellos, mi agradecimiento como cacereño en
general y como monroyego en particular. Me vais a permitir resaltar a dos
personas dentro de la fiesta de las Purificadas, --seguro que alguno al leer
estas palabras ya las tiene en la mente-- como son María Teresa Gómez Camarero,
Mayordoma de la Virgen del Rosario, y por tanto, persona más obligada a su
servicio, e Isidora Reyes, persona que ha dado sabor a la fiesta en forma de la
típica rosca de piñonate. No en vano, no hay fiesta que se precie que no lleve
su faceta culinaria, pues las manos, el sabor gastronómico lo ha puesto durante
muchos años Isidora Reyes.
Por todo lo cual, pido para ambas a las autoridades locales lo que, a mi juicio,
se merecen sobradamente. A través de estas líneas, lo quiero hacer extensivo a
todos los que lean este escrito. Homenaje a dos mujeres de bien por su fervor y
pasión, entrega a esta fiesta religiosa que se celebra y a la que quedais
invitados todos cada dos de febrero desde tiempo inmemorial.
JESUS BAÑOS COLLAZOS. Monroy