Tú no has visto Casablanca en pantalla grande- me decía hace años un amigo refiriéndose a las pelis de la calle Clavellinas de la añorada Caja de Ahorros de Extremadura. Era verdad, aunque de niña el cine de verano de Garrucha con sesión de a duro me convirtiera en amante de toda clase de filmes, desde Fumanchú, y Drácula, pasando por los romanos, Harry el Sucio, la condesa descalza, maravillas como Chinatown o musicales míticos como Hair, hasta el terror asqueroso de Suspiria y Viscosidad. Por eso he disfrutado luego tanto de la Filmoteca en todas sus etapas, lo mismo cuando era posible ver Testigo de cargo que cuando un moscardón revoloteaba durante cinco minutos en pantalla delante de una persiana. ¡Qué ganas de que reabra el Rincón de la Monja!

En este confinamiento han sido las plataformas digitales una consoladora vía de evasión. Pero, a qué engañarnos, en Netflix hay mucha serie y poco clásico. Por eso agradecí a RTVE que programara Casablanca una vez más. Como la he visto en incontables ocasiones y estaba cansada, me prometí quedarme solo hasta el «Tócala otra vez, Sam». Luego hasta el «¿O acaso tú eres de las discretas?». Después se me antojó contemplar de nuevo a todo Rick’s entonando la Marsellesa. Así que ya tenía que llegar hasta el «Siempre nos quedará París». Al final no pude resistirme a admirar a la extraña pareja dirigiéndose a su futuro incierto y ese «Presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad».

Y ahora les confieso que no me explico cómo el observatorio de la Imagen de las Mujeres o lo que sea eso que en pleno coronavirus pierde su tiempo y dinero en apercibir a honrados comerciantes por vender plaquitas en las que si una niña quiere ser princesa o un niño pirata, puedan desearlo, no ha apercibido a la televisión pública por una película en la que el cínico Renault, pese a su redención final, ejerce de machista corrupto capaz de cobrarse sus salvoconductos con favores sexuales de jóvenes esposas. ¡Qué escándalo, qué escandalo!, como diría el personaje. ¡He descubierto que Casablanca es machista!

*Profesora.