Quiero relatar las circunstancias que han rodeado mi primer intento de relación formativa, y desde luego el último, con la Academia de Formación CENPROEX.

A finales de julio de 2007, en mi propio establecimiento comercial, formalicé a través de un comercial de la Academia de Formación CENPROEX, mi matrícula para recibir un curso de Técnico de Energía Solar, que se iniciaba a mediados de septiembre. Este comercial me ofreció la posibilidad de fraccionar el pago de la misma, sin intereses, sin informarme, en ningún momento, de la fórmula de financiación. Al parecer, entre la numerosa documentación que este comercial cumplimentó en mi establecimiento y posteriormente me entregó para firmar, había un denominado Crédito al Estudio, que firmé incautamente, bien es cierto que presionado por la situación de encontrarme atendiendo, a la vez, a mis clientes.

Pasados unos días, a principios de agosto, la asunción de una nueva responsabilidad en mi trabajo, me obliga a comunicar la cancelación de mi matrícula vía telefónica, no siendo posible, al parecer por encontrarse el responsable comercial de vacaciones, emplazándoseme a comunicar la cancelación en la segunda quincena de agosto.

En la segunda quincena de agosto, por aquello de utilizar la formalidad, remito un fax a CENPROEX en el cual solicito la cancelación de mi matrícula, cuya recepción ha sido confirmada por el propio CENPROEX.

Ya me había olvidado totalmente de este maldito curso de formación, pero cual es mi sorpresa, cuando a inicios de septiembre, compruebo que Caja Madrid carga en mi cuenta bancaria la primera cuota del supuesto Crédito al Estudio, del que dicho sea de paso, aún no tengo las cláusulas de cancelación.

Ante este circunstancia solicito una solución a CENPROEX, contestándoseme que no es problema de CENPROEX que yo no pueda realizar el curso. ¡Así, sin más!

He reclamado al Departamento de Atención al Cliente de Caja Madrid en la capital de España y he iniciado las acciones legales pertinentes contra CENPROEX, pero mientras se dirime este caso flagrante, lo único cierto es que me han incluido que en un registro de morosos. ¿Quién reparará los daños morales sufridos cuando la justicia me conceda la razón? ¿Existe alguna asociación de damnificados por CENPROEX?

José A. Trejo Labrador **

Gévora