TEtl pasado jueves, después de la controversia por las palabras de Ada Colau a los militares del Salón de la Educación de Barcelona, la alcaldesa decidió aclarar lo sucedido mientras criticaba a medios y partidos por contribuir a la polémica. Es cierto que en ningún momento se observa tensión alguna por parte del coronel Castuera y el teniente coronel Alonso con la dirigente, o viceversa. Si hablamos de educación y respeto, lo que queda patente es una falta total de ambas.

Educación y respeto son dos valores que, nos guste más o menos, están unidos a la propia esencia de las Fuerzas Armadas modernas y profesionalizadas que tenemos en nuestro país, que cuentan además con un reconocido prestigio fuera de nuestras fronteras. No puedo evitar acordarme de dos situaciones. La primera cuando la ministra de Defensa del Gobierno de Zapatero, Carme Chacón , pasó revista a las tropas estando embarazada. Hubo quienes se sobresaltaron porque fuera una mujer, socialista y embarazada, frente a la respuesta de aquellos estuvo la de los militares: respeto. También recuerdo las visitas y actos a los que fui invitado como estudiante de la Catedra don Juan de Borbón de la Complutense y el Ceseden, donde se nos transmitían nítidamente las acciones, tan poco conocidas y tan necesarias, que llevamos a cabo tanto dentro como fuera de nuestros territorios. Eso es educación.

Es cierto que la alcaldesa de Barcelona sólo recordó durante los segundos que duró la conversación un acuerdo plenario. Un acuerdo que demuestra un desconocimiento absoluto del trabajo que se hace desde que en 1989 se comenzase a participar en las misiones internacionales, y que desde entonces nos han llevado a sitios tan diversos como Uganda, Haití, Líbano, la República Centroafricana o Somalia. Un acuerdo reduccionista basado en una percepción errónea de personal poco formado y material deficiente, que olvida la percepción internacional de las Fuerzas Armadas Españolas, su importancia en las misiones de mantenimiento de la paz, y su consolidación como un interlocutor eficaz. Erróneo reduccionismo, como si para hablar de las medidas del Gobierno de Colau nos centrásemos en la época en que se dedicaba a los escraches desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Recurrente, pero equivocado.

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