Una de las características que más influye en nuestra sociedad es la obsolescencia programada, es decir, la programación del fin de la vida útil de un producto. Por desgracia, a día de hoy, son pocos los artículos que no están "programados para morir": todos somos testigos de cómo, año tras año, multitud de dispositivos evolucionan introduciendo mejoras en la funcionalidad y no mejoras en la vida útil del aparato. Malgastar los recursos de esta forma me parece no sólo delito, sino un acto inhumano, sobre todo para las generaciones futuras. A las próximas generaciones les vamos a dejar un mundo con apenas recursos, materiales radiactivos, contaminación, etcétera. Pero eso no les importa a las multinacionales. Sinceramente, creo que aunque el objetivo principal de cualquier empresa sea ganar dinero, hay unos principios éticos que deben respetarse, como el no programar un producto para que se estropee al poco tiempo. No puedo imaginar nuestra sociedad sin la obsolescencia programada, sin tener que comprar electrodomésticos o ropa con la frecuencia con la que lo hacemos; todo sería, en definitiva, muy distinto. Nuestro sistema de vida es insostenible y algún día dejará de estar sostenido artificialmente, pero ese momento solo llegará con el agotamiento total de muchos recursos como el petróleo; hasta que no se agoten, no nos daremos cuenta de que son finitos, es decir, limitados. Pero lo peor de todo esto es que usamos a los países tercermundistas como nuestros vertederos donde dejamos toda la basura que nos sobra, por lo que ellos tienen quesufrir las consecuencias de nuestro comprar, tirar, comprar.