El Casco Histórico de Coria ha visto desaparecer, parece que ser que de manera temporal, su único espacio idílico para alojarse dentro del recinto amurallado tras el inesperado cierre del Hotel Palacio Coria. Un pequeño cartel anunciando su cierre por reforma es la única información y explicación que hasta ahora han aportado las personas que han gestionado el negocio de este edificio que es propiedad del obispado.