Objetivo cumplido! Esa fue la expresión del ministro de Agricultura, Planas, sobre el presupuesto de la nueva PAC, ignorando, con toda la desfachatez de la que es capaz, el hecho de que éste ha sufrido un recorte del 10%.

Era previsible su actuación porque forma parte de un gobierno donde lo importante es la propaganda y el marketing, no la dura realidad; en el que lo rentable es el autobombo y la performance para tapar la falta de capacidad de gestión. Por eso tiene el descaro de intentar convencernos de que, no solo se han mantenido los fondos de la PAC, sino que se han aumentado. Pero negar la evidencia no le servirá de nada, porque lo cierto es que no tardaremos en ver la rebaja en el dinero de la PAC; antes de que acabe diciembre, hay que pagar las ayudas de este año y se hará con el presupuesto de 2021, es decir, será el primer año con recorte.

No solo se trata de la disminución del presupuesto, sino que el acuerdo determina que el 40% de esos fondos vayan destinados a la acción por el clima; es decir, a requisitos de producción que favorezcan la protección de éste. Habrá que cumplir con las condiciones del Pacto Verde y sus estrategias «De la Granja a la Mesa» y «Biodiversidad 2030», lo que se traduce en mayores exigencias de producción con menos fondos. Mientras, los productos agrarios de terceros países entran en el mercado europeo sin cumplir con esas mismas obligaciones de calidad y protección ambiental y climática, en clara competencia desleal.

Parece que no se ha aprendido nada de esta pandemia, en la que se ha puesto de manifiesto la importancia del abastecimiento de alimentos a la población. En lugar de asegurar con un presupuesto fuerte la producción agraria y proteger el acceso a los alimentos de los ciudadanos, se disminuyen las ayudas, lo que, junto con los bajos precios que están recibiendo los agricultores y ganaderos por sus productos, lleva a una disminución de la renta agraria, poniendo en riesgo la rentabilidad del campo y abocando a muchas explotaciones a desaparecer.

Así no se cumple con el primer objetivo de la nueva PAC, asegurar la rentabilidad de las explotaciones agrarias y la resiliencia de los agricultores, ni se apuesta por la seguridad alimentaria que ha sido siempre uno de los grandes fines de la PAC.

Para Extremadura será un desastre la pérdida de fondos, porque esta política es vital para nuestra economía y para el desarrollo de nuestro territorio rural. Todos sabemos la importancia del sector agrario extremeño y de nuestra agroindustria, por lo que el presidente Vara, si le preocupa el campo extremeño, debe dejar de aplaudir y exigir al presidente Sánchez que nuestros agricultores y ganaderos no pierdan ni un solo euro de las ayudas que les pertenecen en la actualidad y que fueron negociadas por el presidente Monago. Va en ello la vida de las explotaciones agrarias de Extremadura, la vida de muchos extremeños.

*Ingeniero técnico agrícola y diputada del PP